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Cartas al Director. Nos sentimos en la necesidad de dar esta opinión para intentar que alguien nos de una respuesta, que nosotras no podemos, a todas aquellas personas de Aranda y la Ribera que nos comentan su disgusto al ver nuestros trajes olvidados y sustituidos por otros que nadie sabe de donde son. Por supuesto que no vamos a entrar en debate con nadie, ni en esta página, ni personalmente, ni en ningún otro medio. Únicamente queremos dar nuestra opinión sobre algo que ambas conocemos sobradamente, por que un día fue nuestro trabajo, nuestra investigación y nuestra pasión.

Fotografía: M.Abad

Hace muchos años, casi 40, en Aranda empezamos a recuperar nuestro folklore primero las danzas, y dando al Cesar lo que es del Cesar, de la mano de Michelin por mediación de Marijose Domingo. Aquella primera vez tuvimos que buscar los trajes entre las familias arandinas y de la ribera. Después, Antonio y yo, empezamos a recorrer la zona tratando de encontrar nuestras verdaderas raíces musicales, joteras y vestimenta. La tarea no fue en balde pues en casi todos los pueblos nos facilitaron la labor, y en algunos casos se unieron a nosotros, en el interés por nuestras tradiciones. Es el caso de Narcisa Muñoz, que conmigo firma hoy esta protesta. Narcisa también ha estado una buena parte de su vida enseñando las danzas y tratando de recuperar el vestir tradicional, cosa nada fácil. Con el tiempo y con la edad hemos ido dejando paso a nuevas generaciones, hemos visto como el Ayuntamiento ha creado su propia Escuela de Folklore, lo cual nos dio una inmensa alegría, pues nos pareció una buena garantía de que ni nuestras tradiciones ni nuestro esfuerzo se perdieran.

Después de mucho tiempo sin estar en contacto con las actuaciones de esta escuela, quizás porque a ambas nos hacían evocar tiempos más jóvenes y nos llenaban de nostalgia. El tiempo pasa y nos vuelve a interesar el tema: ¡la desolación!. ¿qué ha pasado con nuestros trajes?, ¿con todas aquellas formas que nos distinguían del resto de la provincia y de España? ¿Qué pasa con nuestro hermosísimo peinado? ¿Y nuestros zapatos?.

Son preguntas que se hacen Narcisa y Olga cada vez que se encuentran, o cuando algún arandino o ribereño nos preguntan ¿de donde son estas que bailan?. Casi nadie reconoce ya su vestimenta tradicional. No nos parecería mal, que en la Escuela de Folklore, además de nuestras danzas, se hiciera una muestra de danzas de toda España, y que para interpretarlas los danzantes vistieran el traje tradicional de la región a la que pertenece la danza. Pero sacar a la luz nuestro folklore, y peor aún pasearlo por el mundo con una forma falsa y equivoca de vestir, y peinar, nos parece hacer un flaco favor a nuestras tradiciones y si nos lo permiten a nuestra esencia de ribereños.

¿Nadie se ha fijado, allá por San José, como visten y peinan los valencianos? ¿cómo en Zaragoza se engalanan para la ofrenda a la Pilarica?,¿Se acuerda alguien como visten las sevillana en su Feria de Abril?. Y no lo hacen sólo cuando están en su tierra; en todas las ciudades en que existe una casa regional, nunca les veremos celebrar una fiesta tradicional con una vestimenta que no sea la propia y apropiada. ¡realmente como ribereñas nos da una cierta vergüenza!

¿Alguien nos podría explicar de donde salen los manteos color lila, amarillo huevo, naranja, las tiranas de plata nueva, con picados de tamaño para gigantes, con dibujos extraños…? Y el lazo culero, ¿desde cuando se ha convertido en corpiño? ¿Y esas camisas que siempre se usaron para dormir, y cuyas descomunales mangas únicamente se veían a través de las mangas acuchilladas? Siempre en esta zona, se ha llevando la ropa interior, que eso son el corpiño (que no cuerpiño) y el justillo, debajo de la blusa, del cuerpiño, de la chambra, de la chaquetilla…

¿De donde han salido esos chalecos almenados, hechos con tela de tapicería…?

Honestamente creemos que nos hace un flaco favor llevar por esos mundos una forma de vestir que, no es nuestra y que lo único que va a conseguir es desvirtuar nuestras raíces y dejar a generaciones futuras un pasado de mentira, teniendo, además un traje lindo, elegante y rico, por el que muchos ribereños lucharon contra los reyes para conseguir que nos les quitaran lo que les pertenecía.
Los únicos que podrían hacer que las aguas volvieran a su cauce son nuestros representantes legales, léase nuestro Ilustre Ayuntamiento, con el que gustosamente colaboraríamos en la recuperación del verdadero vestir tradicional Ribereño y Arandino.

Narcisa Muñóz y Olga Araúzo

Este articulo fue publicado el 24 Abril 24Europe/Madrid 2009 a las 5:45 pm y esta archivado en Opinión. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.