Pedro Félix García. A partir del próximo otoño dejarán de figurar alusiones externas relativas a la cilindrada de los motores de los nuevos modelos de Audi.

Nueva cifra enigmática a partir de este otoño

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Los responsables de diseño del Grupo Volkswagen -que engloba las marcas Audi, Seat, Skoda y a la propia Volkswagen- han decidido cambiar la nomenclatura de los nuevos modelos que lance Audi al mercado a partir de este próximo otoño.

El cambio de nomenclatura no afectará a los modelos más altos de gama y de mayores prestaciones, como los series S y RS, así como al R8, que mantendrán su nomenclatura clásica como signo de distinción que los diferencie del resto de sus hermanos de menor potencia.

Según nos comunica Dietmar Voggenreiter, director de Ventas y Marketing de Audi AG, el cambio en la designación comercial comenzará con la nueva generación del Audi A8 que saldrá al mercado este otoño próximo. El Audi A8 3.0 TDI de 285 caballos (250 kW) pasará a denominarse Audi A8 50 TDI, y el Audi A8 3.0 TFSI de 340 caballos (250 kW) pasará a denominarse Audi A8 55 TFSI.

Motor diésel de 200 kW (270 caballos)

En los meses siguientes, todos las nuevas series que Audi vaya remozando, irán siendo comercializadas adoptando la nueva nomenclatura, de modo que probablemente, a partir del verano del año que viene, todos los coches Audi nuevos habrán adoptado la nueva designación según sus motorizaciones respectivas.

Es decir, se mantiene la referencia a seguir diferenciando entre si se trata de motores de gasolina (TFSI) o diésel (TDI), pero desaparece toda vieja alusión relativa a la cilindrada de los respectivos motores, que hasta ahora sí venía constando.

En su lugar aparecerá una -hasta cierto punto enigmática- nueva cifra genérica de dos dígitos, que guarda cierta relación con las potencias de los motores expresadas en kilovatios (kW). Sin embargo, la relación -número/potencia- no es directa entre esta nueva cifra de dos dígitos y la potencia de cada motor, sino que cada cifra -que varía de cinco en cinco unidades- engloba un intervalo relativamente amplio de varias potencias.

Audi ha decidido clasificar su gama dentro de cada serie de modelos según los rangos de rendimiento de sus respectivos modelos, identificando estos intervalos de potencia por una combinación de dos números, que van saltando de cinco en cinco.

Por ejemplo, la combinación numérica ‘30′ aparecerá en la parte trasera de todos los modelos con potencias comprendidas entre 81 kilovatios (110 caballos) y 96 kilovatios (130 caballos). Con el número ‘45′ se identificará a las versiones con potencias comprendidas entre los 169 kilovatios (230 caballos) y 185 (250 caballos). En potencias superiores, se identificará con el número ‘70′ a las motorizaciones que superen los 400 kilovatios (545 caballos).

Motor de gasolina de 250 kW (340 caballos)

Según Dietmar Voggenreiter: ‘…a medida que las tecnologías de propulsión alternativas cobran cada vez más relevancia, la cilindrada, como atributo del rendimiento de un motor, pasa a ser menos importante…’, y sigue diciéndonos Voggenreiter: ‘La claridad y la lógica estructuración de las designaciones de acuerdo a la potencia de salida, hace posible distinguir entre los distintos niveles de rendimiento’. Se considera que esta nueva nomenclatura es totalmente apropiada, tanto para los automóviles provistos exclusivamente con motores de combustión -tanto diésel como de gasolina-, como para los coches híbridos, e igualmente para los de tracción exclusivamente eléctrica.

En rigor, siempre que hablemos de potencia, habríamos de aclarar a qué tipo de unidades de medida nos referimos. Aunque en nuestro continente parecen haberse impuesto los caballos DIN, siguiendo los métodos de medición del Deutsches Institut für Normung, por considerarse los más realistas, no hay que olvidar que hay otros tipos de medidas según el procedimiento empleado en su obtención.

A fin de evitar dudas o confusiones, la potencia viene siempre expresada en kilovatios en las fichas técnicas de absolutamente todos los motores de todos los vehículos, como unidad perteneciente al Sistema Internacional de Medidas (un kilovatio es igual a mil vatios; un vatio es igual a un julio por segundo), pero todavía la mayoría de la gente sigue prefiriendo referirse a los caballos como unidad de potencia coloquial. Y caballos hay muchos, según sea el método empleado en el laboratorio de ensayo para medir la potencia que eroga un motor, en función de las condiciones en que se ha realizado dicho ensayo, las temperaturas de los líquidos -agua refrigerante y lubricante-, que el motor esté accionando o no sus propios accesorios -como bombas de agua y de lubricación-, accionamiento o no del propio alternador, duración de los intervalos de la prueba, número de revoluciones a que se realiza la misma, etcétera, etcétera.

El kilovatio, aunque -al menos aquí- no haya conseguido ser un término empleado generalmente por el hombre de la calle al referirse a la potencia de los motores de los vehículos, sí ha venido a aportar un criterio común y válido universalmente aceptado como unidad de medida. Incluso en el caso de coches híbridos, siempre es posible saber la potencia conjunta de sus motores de combustión y eléctrico. Por supuesto, el kilovatio es plenamente válido para expresar la potencia de los coches eléctricos puros.

Cierto que la sola mención de la cilindrada de un motor de combustión ha dejado de tener la importancia que antes tuvo en cuanto a símbolo relacionando con la potencia disponible en cada automóvil moderno. Pero no vemos que aporte mejoras -en cuanto a mayor claridad de concepto- la nueva terminología que va a emplear Audi al comercializar sus modelos designándolos por tramos de potencia. Precisamente por eso, porque un mismo número corresponderá a varias potencias reales muy dispares.

Este articulo fue publicado el 13 Septiembre 13Europe/Madrid 2017 a las 8:13 am y esta archivado en Motor. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.