Por Antonio Adeliño Vélez | Mayo 4, 2011 - 7:48 am - Publicado en Opinión

Antonio Adeliño Vélez. Por tantos, es el lema elegido por la Conferencia Episcopal Española para concienciar a todos los católicos de la conveniencia de marcar la “x” en la casilla de la declaración de la renta donde se indica que nuestra asignación tributaria, la hacemos en favor de la Iglesia Católica.

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Todos los que estamos obligados a presentar la declaración de la renta, debemos hacer este gesto. No tiene coste alguno para el contribuyente; por lo que no tenemos que ingresar más, ni nos devolverán menos. Lo que hacemos, es ordenar a los gestores de la hacienda pública que el 0´7% de la base imponible de nuestra declaración de la renta, sea destinado a colaborar en la labor que desarrolla la Iglesia.

En el año 2007 se eliminaron las aportaciones directas del Estado para la financiación de la Iglesia, por lo que corresponde a todos los católicos, participar en su sostenimiento, mediante la asignación tributaria del 0′7%; entregando donativos puntuales; aumentando la generosidad en las colectas ordinarias, o pagando una cuota parroquial anual.

Como podemos leer en los folletos informativos de la campaña de concienciación; la labor social que la Iglesia Católica desarrolla con nuestras aportaciones, es ingente. Está presente en múltiples campos y actividades, atendiendo a los más desfavorecidos de la sociedad: ancianos sin recursos, enfermos crónicos, niños desamparados, personas sin hogar, emigrantes, inválidos, drogadictos, etc.

Pero también está a tu lado. También está por ti. Te admitió en su seno cuando recibiste el bautismo y te apuntó en el libro de la Vida. Te administró el pan del cielo cuando recibiste la primera comunión. Te confirmó cuando creciste en la fe y pediste ser tú mismo quien profesara la fe ante el Obispo o su vicario. Fue testigo de tu compromiso matrimonial cuando prometiste fidelidad a tu cónyuge ante la asamblea de fieles. Y mañana, cuando nos digas adiós, abrirá sus puertas para que toda la comunidad te encomiende a la misericordia divina, y seas admitido sin demora en la casa del Padre.

Ese pequeño signo. Esa equis, es un signo de multiplicación. Tú, como el muchacho del Evangelio, pones poquito: cinco panes y dos peces; pero con ellos, el Señor da de comer a cinco mil. No olvides poner la “x”, hazlo por tantos que lo necesitan. Márcala también por ti.


Este articulo fue publicado el 4 Mayo 04Europe/Madrid 2011 a las 7:48 am y esta archivado en Opinión. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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