
Palacio Episcopal. Primer Cuartel de la Guardia Civil en Aranda en 1845
Antonio Adeliño Vélez. Este año la Guardia Civil celebra el 175 aniversario de su creación, que sucedió durante el reinado de Isabel II, teniendo como principal organizador al Mariscal de Campo (General de Brigada) Francisco Javier Girón y Ezpeleta, duque de Ahumada, que es considerado en el Instituto Armado como genuino fundador del Cuerpo, dado que dotó a esta Institución de normas de comportamiento cívicas y morales que podrían resumirse en que “el Guardia Civil debe dar ejemplo del orden, pues está encargado de mantenerlo”.
Así se refleja en la circular dirigida a los Coroneles de Tercio con fecha 16 de enero de 1845, donde indica las cualidades morales que deben reunir los miembros de la Guardia Civil. El 20 de diciembre del mismo año, se aprobará por Real Orden la Cartilla del Guardia Civil, y en sus primeros artículos quedan recogidos los principios de moralidad que deben observar todos los miembros del nuevo Cuerpo.

Logo 175º aniversario de la fundación de la Guardia Civil 1844 / 2019
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El Decreto fundacional se firma el 13 de mayo de 1844. El Teniente General Ramón María Narváez, Jefe de Gobierno y Ministro de la Guerra, encarga al Mariscal de Campo, Francisco Javier Girón que ocupaba el cargo de Inspector General Militar, la organización de un cuerpo armado para salvaguardar la paz interior de la nación y para hacer cumplir las leyes emanadas del gobierno en todo el territorio del Estado; y que relevara de estas funciones al ejército y a los distintos cuerpos locales, provinciales y regionales, que por su dispersión y acentuado localismo se consideraban de dudosa eficacia. Se pretende pues, crear un organismo policial sólido de carácter nacional, para dotar a la administración estatal de un aparato de seguridad moderno, eficiente y eficaz.
La situación política de la época resultaba propicia. Nos encontramos en la llamada década moderada (1844-1854) con el Partido Moderado en el poder, que responde a una ideología conservadora y reformista con una concepción centralista del Estado. La economía atravesaba un periodo de relativa bonanza entre dos guerras carlistas (1ª: 1833-1840 y 2ª: 1846-1849). Tanto es así, que la Hacienda Pública establece un sueldo de 60 pesetas para los nuevos Guardias Civiles, cantidad que se hallaba por encima del pecunio de los funcionarios de igual categoría; aunque dicha paga, no aumentaría en los sesenta años posteriores, lo que indica la maltrecha situación económica de España en la segunda mitad del siglo XIX.