Redacción. Las gafas de sol son mucho más que un apreciado complemento de moda, ya que se trata de un producto sanitario fundamental para proteger nuestra salud visual.
Mucho más en estas fechas casi veraniegas en las que los rayos solares inciden más perpendicularmente sobre la tierra, y, por tanto, las radiaciones pueden causar mayores perjuicios. Pero no todo vale…
(5 votos, media: 5 de 5)
Loading ...
Las gafas de sol deben estar homologadas, con filtros especiales para evitar que las radiaciones dañinas, como el infrarrojo y el ultravioleta, lleguen al ojo, y ajustadas a las necesidades y condiciones de cada individuo, para lo que es fundamental el asesoramiento de un profesional sanitario óptico-optometrista.
“Existe una gafa de sol adecuada para cada actividad. Por eso, el lugar idóneo para adquirir una protección solar son los establecimientos sanitarios de óptica, donde el óptico-optometrista te puede asesorar sobre la mejor opción”, asegura la vicedecana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL), Ana Belén Cisneros.
Por poner algunos ejemplos, la experta indica que no es lo mismo adquirir unas gafas de sol para conducir -”en este caso las recomendamos polarizadas y con categoría solar como máximo de 3″- que para realizar deporte -”cuando se aconseja un color de filtro verde o gris, dependiendo de lo que queramos potenciar”- o para ir a la alta montaña o a la nieve, en cuyo caso la categoría solar debe ser 4, y no son recomendables para conducir, porque son demasiado oscuras”.