Por Pedro Félix García García | Octubre 16, 2019 - 7:48 am - Publicado en Cultura

Vista general del tabernáculo, con el sagrario en su base

Vista general del tabernáculo, con el sagrario en su base

Pedro Félix García. Ayer martes, día 15 de octubre, festividad de santa Teresa, comenzaron los trabajos de restauración del retablo del altar mayor y de los frescos del techo de la bóveda del presbiterio de la iglesia de Vadocondes.

Primer paso: Instalar el andamio

Primer paso: Instalar el andamio

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El plan de trabajo del restaurador es el de ir de arriba a abajo. Es decir, acometer primero la restauración de los frescos del techo, para descender después acometiendo la restauración progresiva del retablo propiamente dicho. Pero como por algún sitio hay que empezar, en primer lugar se ha retirado de su emplazamiento el tabernáculo alojado en la base del retablo, para restaurarlo fuera de aquí, en el taller que el restaurador tiene ubicado en la localidad burgalesa de Huérmeces.

Para llevar a cabo toda esta ingente tarea ha sido escogida la empresa especializada ‘Fénix Conservación S.L.’, a cuyo frente se encuentra Óscar García García.

Desmontando el tabernáculo por piezas

Desmontando el tabernáculo por piezas

Para evitar desastres -como los tristemente célebres casos del San Jorge de Estella, o del Cristo de Borja-, la Comisión Diocesana de Patrimonio, Obras y Restauraciones del Arzobispado de Burgos obliga a cumplir un estricto protocolo que vela por la buena conservación de los bienes artísticos y religiosos. A tal fin, dicho organismo hace públicas de modo regular las obras de arte que se van a restaurar, para que cuantos restauradores interesados en llevarlas a cabo queden enterados y puedan presentar sus ofertas sobre todas aquellas en las que se hallen interesados de realizar.

De acuerdo con tales normas, algunos de los miembros del Consejo Pastoral de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Vadocondes, de entre todas las recibidas, eligieron el proyecto de restauración que les pareció más adecuado y, vistos también todos los proyectos por parte del delegado de Conservación del Patrimonio del Arzobispado de Burgos y sus ayudantes, le fue encargado este trabajo a la empresa antes mencionada.

Algunas piezas son voluminosas y pesadas

Algunas piezas son voluminosas y pesadas

El loable intento de restauración del retablo del altar mayor de la Iglesia parroquial de Vadocondes y de los frescos pintados en la bóveda de su presbiterio, fue noticia este pasado verano en los medios de comunicación, después de que se puso en marcha una campaña de recaudación de fondos para lograr tal objetivo, campaña que concluyó felizmente al haberse conseguido casi toda la cantidad de dinero que se necesita. Según el presupuesto presentado por el restaurador, el coste ascenderá a 45.592,80 euros (con IVA), y se han recaudado 44.335,41 euros. Pero como una familia relacionada con la localidad se ha ofrecido a sufragar la mitad del coste de la restauración de las pinturas del techo -que asciende a 15.600 euros sin contar el IVA-, resulta que va a sobrar todavía un poco de dinero, que se destinará a restaurar un retablo lateral más.

El caso es que las obras ya han comenzado y se desea que estén acabadas para la próxima Semana Santa.

Ayer se colocó un primer tramo de andamios en el altar mayor de la Iglesia parroquial de Vadocondes.

Falta extraer la caja del expositor y la base del tabernáculo

Falta extraer la caja del expositor y la base del tabernáculo

Se ha empezado -ya lo hemos dicho- por retirar el tabernáculo alojado en un nicho situado en la base del retablo del altar mayor. Se trata de un tabernáculo provisto de expositor giratorio en su parte alta, flanqueado por columnas ricamente decoradas con motivos vegetales y provisto de espejos. En su parte inferior destaca el sagrario, en cuya puerta se halla tallado un pelícano que se rasga el pecho para alimentar a sus polluelos, figura litúrgica muy habitual en la Iglesia católica para hacer referencia iconográfica a la eucaristía.

El bello tabernáculo de Vadocondes constituye un elemento desmontable, como hemos podido comprobar ayer al contemplar la minuciosa labor llevada a cabo con paciencia por los restauradores. Tras quitar la cúpula semiesférica y el copete superiores, fueron desmontando (y numerando cuidadosamente) una a una todas las columnas y restantes piezas.

Al final, como fondo esperado, quedó ante nuestros ojos la pared desnuda, de sillería finamente labrada, correspondiente al testero gótico construido en el siglo XVI.

Seguiremos contándoles la marcha de la obra.


Este articulo fue publicado el 16 Octubre 16Europe/Madrid 2019 a las 7:48 am y esta archivado en Cultura. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

2 Comentarios

  1. Octubre 16, 2019 @ 9:54 am


    El empeño y la unión de los vecinos de Vadocondes para conseguir el dinero necesario para realizar la restauración, ha provocado, en un tiempo récord, que se hable de una realidad. Ver empezar las obras, ha producido una gran satisfacción en la localidad. Esperaremos impacientes los resultados.

    Escrito por A. Delgado
  2. Octubre 16, 2019 @ 3:41 pm


    No hay por qué esperar a ver los resultados. También le está permitido ver el avance del proceso de restauración a todo el que esté interesado en el tema. A los propios restauradores les encantará que la gente conozca y sepa valorar cómo es su trabajo. Las visitas a la Iglesia parroquial de Vadocondes no quedan interrumpidas mientras dure la restauración. Al contrario, el viajero que acuda durante este periodo tendrá ocasión de enterarse de en qué consiste realmente eso de restaurar una obra de arte por parte de profesionales altamente cualificados. De todos modos, reconozco que sí que es cierto, que somos muchos los que, efectivamente, esperamos impacientes a ver y gozar con los resultados.

    Escrito por Pedro Félix García

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