Por Redacción | Marzo 30, 2024 - 7:04 am - Publicado en Viña y fogón

Redacción. Buñuelos, florones, pestiños, torrijas… La Semana Santa se distingue por su arraigada tradición, el fervor que despierta en quienes la celebran y, por supuesto, por la amplia y exquisita variedad de dulces típicos que deleitan los paladares tanto de aquellos que participan en las festividades como de los visitantes que “Se sumergen en esta experiencia cultural única”.

Estos manjares, enraizados en la cultura y la historia de España, no solo son un placer culinario, sino también un vínculo con nuestras raíces y creencias religiosas.

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El derecho canónico marcaba pautas estrictas en cuanto a la alimentación durante la Cuaresma y los viernes del año, donde la abstinencia de carne era obligatoria. En tiempos pasados, el Viernes Santo y el Miércoles de Ceniza eran días de ayuno riguroso, donde solo se permitía una ingesta diaria llamada colación. Esta práctica llevó al desarrollo de una amplia variedad de dulces, una fuente concentrada de calorías para sobrellevar los días de abstinencia.

Los Tesoros de la Repostería Semana Santera

Torrijas: Este sencillo manjar, hecho a base de pan, leche, huevo y azúcar, ha evolucionado de ser un recurso humilde para campesinos a un deleite culinario para todos. Su preparación básica hace de las torrijas una delicia accesible para todos los hogares.

Monas de Pascua: Originarias del Levante español, las monas de Pascua son un regalo tradicional de los padrinos a sus ahijados, simbolizando el final de la Cuaresma. Con su miga esponjosa, decoración azucarada y huevo cocido en la parte superior, estas monas son una delicia para todos los sentidos.

Panquemado Valenciano: Similar a las monas, el panquemado es una alternativa igualmente deliciosa. Con variaciones en ingredientes y decoración, esta delicia es un placer para el paladar en toda la región mediterránea.

Buñuelos y Pestiños: Con su masa aromatizada y frita, los buñuelos y pestiños son un festival de sabores, especialmente en Andalucía. Hechos con ingredientes simples como harina, vino blanco y miel, estos dulces son irresistibles.

Hojuelas y Roscos: Desde Valladolid hasta Cádiz, las hojuelas y los roscos son una constante en la repostería española. Ya sea endulzadas con miel o azúcar, estas delicias son un placer para todas las edades.

Rubiols y Crespells: De las Islas Baleares nos llegan estas exquisiteces, con sus rellenos de requesón o mermelada, y sus toques de aceite de oliva y ralladura de cítricos.

Borrachuelos y Leche Frita: Desde Málaga hasta Extremadura, los borrachuelos y la leche frita son una tentación para los amantes de lo dulce. Rellenos de cabello de ángel o empapados en almíbar, estos postres son perfectos para acompañar una tarde de café o té.

Huesillos Extremeños y Aceitadas Zamoranas: Con su masa característica y su proceso de elaboración único, estos dulces son un reflejo de la diversidad culinaria de España.

Un Legado de Sabor y Tradición

En Semana Santa, los dulces tradicionales españoles son mucho más que meros postres; son un vínculo con nuestro pasado, nuestras creencias y nuestra identidad cultural. A través de generaciones, estas recetas han perdurado, deleitando a todos aquellos que tienen el privilegio de probarlas. Así que este año, mientras celebramos estas festividades, no olvidemos dar gracias por estos tesoros culinarios que enriquecen nuestras vidas y nuestros paladares. ¡Feliz Semana Santa y buen provecho!


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