Redacción. La historia viva de la farmacia española late en un pequeño municipio burgalés: Peñaranda de Duero. Allí, en 1725, el boticario Lucas Ximeno Briongos abrió una botica que, tres siglos después, sigue atendiendo a los vecinos de la localidad. Ocho generaciones de farmacéuticos de la familia Jimeno han mantenido la tradición ininterrumpidamente hasta hoy, convirtiendo a la Farmacia Ximeno en la más antigua de España en activo, un patrimonio único que no solo conserva la esencia del pasado, sino que también se adapta a las últimas tecnologías.
Con motivo de este aniversario, se ha inaugurado la exposición “APOTECARIUS. 300 años de Farmacia La Botica Ximeno en Peñaranda de Duero”, en la Sala Consulado del Mar del Paseo del Espolón de Burgos, un edificio también del siglo XVIII. La muestra podrá visitarse hasta el 28 de septiembre y, debido a su interés, está previsto que viaje posteriormente al Ateneo de Madrid, a Santo Domingo de Silos, a Oña y que, de forma permanente, se instale en Peñaranda de Duero.
Un viaje por tres siglos de farmacia
La exposición está organizada en dos grandes capítulos y cuenta con 15 paneles ilustrados, audiovisuales y más de 100 piezas originales. En un primer recorrido, el visitante se adentra en los orígenes de la profesión farmacéutica, los remedios naturales que dieron lugar a los primeros medicamentos y las personalidades que marcaron hitos en la disciplina. También se repasan los avances que llevaron a los fármacos revolucionarios del siglo XX y a la farmacia moderna, esencial en el sistema sanitario.
La segunda parte se centra en la propia Botica Ximeno de Peñaranda, mostrando utensilios, frascos, mobiliario y documentos que evocan cómo se ejercía la profesión en un entorno rural hace 300 años. Gracias a un audiovisual, es posible conocer de cerca cómo sigue funcionando hoy en día, con su botica, rebotica, laboratorio y huerto de plantas medicinales, gestionados por la actual farmacéutica Mª José Jimeno, quien combina la tradición con innovaciones como la receta electrónica.
Una farmacia con valor histórico y cultural
El interés de la botica trasciende lo local. En 1999 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por su valor histórico y etnográfico. Y es que no solo representa la continuidad de una profesión, sino que además conecta con la historia de Burgos, donde aparece por primera vez en España la palabra “boticario”. Fue en 1217, en un documento del rey Fernando III en el que se empleó el término latino “apotecarius”, origen del nombre de la exposición.
Curiosidades de la botica
A pesar de los siglos, la farmacia sigue guardando el espíritu del siglo XVIII, con su mobiliario original, cajoneras de madera para guardar hierbas medicinales y viejas balanzas para medir dosis con precisión.
Los antiguos “jardines del boticario”, hoy casi olvidados, eran huertos anexos a las boticas donde se cultivaban plantas con propiedades curativas. La Botica Ximeno ha conservado ese vínculo con la naturaleza a lo largo de los siglos.
Con apenas 464 habitantes, Peñaranda de Duero presume de tener un tesoro único: una farmacia que lleva trescientos años acompañando la salud de sus vecinos, de generación en generación.
Una invitación a descubrir
Visitar la exposición Apotecarius es mucho más que acercarse a la historia de una botica: es sumergirse en la evolución de la ciencia farmacéutica, desde los primeros remedios hasta las tecnologías actuales, y comprender la importancia de una profesión que, desde hace ocho siglos, forma parte de la vida de Burgos y de España.
Horario de visitas: de martes a sábado de 12:00 a 14:00 h y de 19:00 a 21:00 h, domingos de 12:00 a 14:00 h. Lunes cerrado.
Este articulo fue publicado el 8 Septiembre 08UTC 2025 a las 8:36 am y esta archivado en Cultura, Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.











