Por Jorge Romero | Mayo 31, 2014 - 11:20 am - Publicado en Viña y fogón

Chef Jorge Romero. Con nueces, de atún, de garbanzos o champiñones, los patés hechos en casa amplían la paleta de sabores de los entrantes y aperitivos.

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Sobre pequeñas tostadas, en el interior de unas tartaletas, como contrapunto de una tabla de quesos o, incluso, como relleno de platos calientes. El paté tiene varias aplicaciones culinarias, aunque donde en realidad se luce es en los entrantes, los aperitivos y los canapés. Su textura untuosa permite combinarlo con distintos alimentos, desde el clásico pan tostado hasta bastones de verduras al dente. Los patés más habituales son de cerdo o de ave, pero en la cocina se pueden preparar con otros ingredientes, como pescado, verduras, legumbres o frutos secos. A continuación se reseñan seis tipos de paté para hacer en casa, ordenados por la cantidad de calorías, de menor a mayor.

Paté casero para todos los gustos

El paté de hígado (de ave o cerdo) es el más conocido y comercializado. Es muy fácil de encontrar. Otros patés, sin embargo, no son tan populares ni se venden en todos los sitios. Los siguientes seis son algunos de ellos y están ordenados por la cantidad de calorías que contienen, si bien también deben tenerse en cuenta las grasas (en especial, las saturadas). Para ello, además de este listado, las recetas completas de cada paté ofrecen un semáforo nutricional con todos los datos, al detalle.

1. Paté de tofu y nueces, 104 kcal. La receta es muy sencilla, además de saludable. Su ingrediente principal es el tofu, es decir, la cuajada de la leche de soja. Para preparar este paté, herviremos unos 200 gramos de tofu en un poco de agua y, tras escurrirlo, lo haremos puré, batiéndolo con nueces picadas y miso (una pasta que se hace con semillas de soja). El resultado es una pasta muy suave, que gana en textura y en sabor si se deja reposar, y se sirve fría, como acompañamiento de unas tostas o como original relleno de volovanes.


2. Paté de verdel asado con mejillones, 151 kcal. El verdel (también conocido como caballa) es un pescado azul de intenso sabor y propiedades nutricionales muy interesantes. Rico en ácidos grasos omega-3, es un ingrediente estupendo para elaborar un “paté marinero”, sobre todo, si completamos su sabor con unos mejillones en conserva. Esta receta sirve para aprovechar las sobras de un verdel asado, y utiliza queso y nata para homogeneizar la mezcla y darle consistencia de paté.
3. Paté de atún, 170 kcal. El atún es uno de los pescados azules más consumidos en nuestro país. Su carne posee un 12% de grasa, pero se trata de grasa “buena”, puesto que es rica en omega-3. Ayuda, por tanto, a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos. En esta sencilla receta, escurrimos el atún (que puede ser de conserva) y lo colocamos en el bol de la batidora con nata, zumo de limón y tabasco. El último paso consiste en batir hasta lograr una consistencia uniforme.
4. Paté de berenjenas con sésamo, 234 kcal. Las berenjenas, sobre todo, están compuestas de agua. Entre sus propiedades nutricionales, quizá la más destacable es la presencia de antioxidantes, muy buenos para la salud. Para elaborar esta receta es necesario asarlas primero en el horno (sin pelarlas, ya que les quitaremos la piel después). El paté se hace en la batidora, con la mezcla de la pulpa de las berenjenas asadas, aceite de oliva y un diente de ajo. El sésamo aporta fibra y ayuda, por lo tanto, a reducir los niveles de colesterol y mejorar el tránsito intestinal. El paté, con estos ingredientes, tiene algo más de 230 kcal. Si lo presentamos, como sugiere la receta, con panecillos tostados y media anchoa de conserva por encima, las calorías aumentan hasta superar las 400.
5. Paté de garbanzos (o humus), 393 kcal. Las legumbres son muy beneficiosas para la salud. Poseen fibra, son buenas aliadas para mantener a raya al colesterol y se pueden preparar de muy diversas maneras (no solo en potajes, guisos o cocidos). Los garbanzos, en particular, son fuente de hierro, potasio y fósforo, además de ser ricos en ácido fólico. Para hacer este paté, más conocido como humus, escurrimos los garbanzos de la conserva (o del jugo de cocción, si los hemos hecho nosotros) y los mezclamos en la batidora con zumo de limón, aceite de oliva, ajo y sésamo. Si lo servimos con unas tostas, las calorías finales aumentan hasta las 432.
6. Paté de champiñones, 445 kcal. Muy apreciados por su textura, su aspecto y su agradable sabor, los champiñones son unas setas ricas en antioxidantes y muy bajas en calorías. Sin embargo, esta receta -en la que son claros protagonistas- sí es calórica y con una cantidad destacada de grasas (y grasas saturadas). Esto se debe a que la preparación requiere de otros ingredientes más contundentes, como la mantequilla, la nata o la gelatina (que, en este caso, se usa para espesar el conjunto). Una manera práctica de reducir las calorías (y, sobre todo, las grasas) consiste en sustituir la nata por queso blanco desnatado, mientras que la mantequilla, por aceite o margarina. En cualquier caso, es una crema deliciosa y original, que debe servirse fría y que consigue dar un toque de variedad, sabor y sorpresa a los entrantes más clásicos.


Este articulo fue publicado el 31 Mayo 31Europe/Madrid 2014 a las 11:20 am y esta archivado en Viña y fogón. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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