Por Carm3n | Febrero 14, 2024 - 7:59 am - Publicado en Cultura

Carm3n. C. Había una vez, una bonita Villa en el corazón de la Ribera del Duero, donde la belleza se escondía entre calles empedradas y edificios centenarios. Un lugar donde el amor flotaba en el aire con la suavidad del vino que se producía en sus viñedos. Era un día especial… se celebraba San Valentín. Las calles de Aranda estaban adornadas con flores y corazones, y el aroma del romance llenaba cada esquina.

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En medio de esta atmósfera encantadora, se encontraban Marta y Juan, dos almas que habían estado navegando por las aguas del amor durante mucho tiempo. Marta, una enigmática poeta, siempre llevaba consigo un cuaderno lleno de versos inspirados por el brillo de los ojos de Juan. Juan, un apasionado enólogo, dedicaba sus días a cultivar los mejores racimos de uva para destilar el elixir de la pasión.

En este día especial, ella decidió sorprenderle con una merienda romántica en el patio de su antigua bodega. Se sentaron juntos en una pequeña mesa, adornada con un hermoso mantel de corazones y unas velas brillantes, mientras el sol se ponía sobre los campos dorados.

Mientras degustaban exquisitos platos preparados con cuidado, intercambiaban miradas cargadas de cariño y palabras tiernas que resonaban en el aire como el murmullo suave del cercano río Duero. Cada sorbo de vino era como un beso robado, cada risa era como una melodía que vibraba en el corazón.

Después de la merienda, Marta condujo a Juan por el camino, donde las viñas se mecían suavemente con la brisa de la noche. En un rincón escondido entre las barricas de roble, encontraron refugio para expresar su amor en la ya mágica oscuridad, confundiéndose con el suave susurro del viento.

La noche envolvió a la ciudad con su manto oscuro, pero su amor brillaba con una luz propia, iluminando cada rincón de Aranda  con su eterna chispa de pasión.

Y así, en la tierra del vino y el amor, ellos encontraron su propio paraíso de romance en este día de San Valentín, demostrando que el amor verdadero puede florecer en cualquier lugar, incluso entre los viñedos de la Ribera del Duero.


Este articulo fue publicado el 14 Febrero 14Europe/Madrid 2024 a las 7:59 am y esta archivado en Cultura. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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