Gloria Soto. En un momento, en el que el mundo tiene puesta su mirada en la invasión ilegal de Rusia al Estado soberano de Ukrania y las posibles consecuencias de este ataque, Joe Biden, con los índices más bajos de aprobación desde que ocupa la presidencia, y con el apoyo mayoritario de la prensa, realiza el Discurso de la Nación, causando una gran expectación no solo en clave interna, sino también internacional.
Las circunstancias, sin duda, pueden dar la vuelta a las encuestas y producirse una remontada, si consigue aunar a los americanos, hasta la fecha profundamente divididos.
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El presidente, en un tono firme y convincente, abordó en primer lugar la situación en Ukrania, mostrando todo su apoyo al pueblo y a su presidente, Volodomir Zelenski, de quienes valoró su valentía y a quienes dijo que no estaban solos, sino que contaban con todo el apoyo necesario, no solo de los Estados Unidos, sino de la Unión Europea, y la OTAN. Al mismo tiempo, condenó la actitud de Vladimir Putin, indicando que, sin duda, se había equivocado al pensar que Occidente se encontraba en un momento débil, y esa situación le permitiría avanzar en sus planes; por el contrario, se había topado con una fuerte resistencia, tanto del país invadido, como del resto del mundo libre que se había unido en la imposición de sanciones a Rusia. En este sentido, informó que el rublo se había devaluado un 30% y la economía rusa se desplomaba. Biden, informó que había aprobado una ayuda de un billón de dólares para el pueblo ukraniano, y aseguró que movilizarían sus fuerzas y que los Estados Unidos defenderán el territorio de la OTAN, junto a los lideres del resto de las Naciones, de forma unida, incluso con la gente de Rusia, que estuviese en contra del tirano, pues lo que estaba en juego era la democracia versus la autocracia. “La diplomacia importa y la estabilidad y la unión en la defensa de la libertad también”, dijo.
En un tono mas relajado, y tocando temas domésticos, recordó los estragos causados por el COVID, valoró lo necesario que había sido su plan de ayuda a los americanos, las vacunas recibidas, y la investigación y producción de medicamentos paliativos, al tiempo que celebraba la paulatina supresión de las medidas y que se caminase a la normalidad. En este sentido, resaltó que, en el último año se habían creado más de 6′5 millones de puestos de trabajo, y que su prioridad era mejorar las infraestructuras, cuidar el medio ambiente y dedicar el aumento de las tasas a la reconstrucción de América y sus negocios, invirtiendo en investigación y desarrollo. De esa forma, aseguró podrían competir mejor con China. Biden, al igual que había hecho su predecesor, Donald Trump, abogó por la necesidad de producir en el país, en vez de llevar la mano de obra fuera, para así crear más puestos de trabajo. En relación a la inflación, entiende que deben bajarse los costos de los productos y no los salarios, que las horas han de pagarse a un mínimo de 15 dólares, y que el costo de las medicinas ha rebajarse para que puedan estar al alcance de todos. Además, se mostró partidario de abaratar el coste de la luz a las familias, y el precio de las guarderías. Por el contrario, tuvo palabras de criticas hacia las corporaciones que habían ganado millones y habían contribuido cero al erario público, mostrándose a favor del capitalismo, pero no de la explotación.
Biden, se acercó a la postura republicana al defender la financiación de la policía, dotándola de los recursos necesarios para proteger mejor a la ciudadanía, alejándose de las propuestas mas extremistas de la izquierda que habían venido defendiendo la postura contraría. También, al asegurar que las fronteras debían ser seguras, y que se debía respetar el sistema de emigración. Esta afirmación, parece un giro a lo que había venido conociéndose como “el efecto llamada” causado por su política migratoria, que había provocado un enorme colapso de inmigrantes en la frontera de Texas. En cuanto a los “dreamers” anunció que se los proporcionaría un camino a la nacionalidad. También, tuvo palabras para los veteranos, a quienes dijo que se les prestarían más ayudas y para las personas transexuales, quienes debían de gozar de plena igualdad. En cuanto a la Educación, anunció que se ampliaría el presupuesto para contratar a más profesores.
En relación al Tribunal Supremo, a cuyos miembros había saludado a su entrada en el hemiciclo, tuvo palabras de reconocimiento a la labor del magistrado Stephen Bayer, que dejará su plaza, y de alabanzas hacia la candidata que había propuesto para sustituirle, la magistrada, Ketanji Brown Jackson, que, de ser elegida, será la primera afroamericana en ocupar tan distinguida posición.
Su tono volvió a elevarse en el tramo final, cuando recordó que América se crece ante las dificultades y que hace de las necesidades oportunidades, puesto que era la tierra de la libertad y las oportunidades y ahora era el momento de proteger la libertad. “EL ESTADO DE LA UNION ES FUERTE PORQUE VOSOTROS, EL PUEBLO AMERICANO SOIS FUERTES” “SOMOS UN PUEBLO Y UNA SOLA AMERICA, DIOS OS BENDIGA A TODOS”, concluyó, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, arrancando una vez más efusivos aplausos que no habían parado de escucharse durante toda su intervención.
Este articulo fue publicado el 2 Marzo 02UTC 2022 a las 8:04 am y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
Los dagnificados de este conflicto son el pueblo ucraniano y Europa. Ucrania desde su independencia por los oligarcas comunistas ha sido una lucha entre oligarcas prorrusos y oligarcas prooccidentales. Pero siempre oligarcas con sus peones. Zelenskiy es el peón útil del magnate de la TV 1+1, el hombre más rico de Ucrania, enfrentado al anterior presidente, el confitero, quien le nacionalizó el mayor banco comercial, propiedad del señor de la tv 1+1, plataforma de Zelenskiy.
Convertir a Zelenskiy en el héroe de Ucrania es cuando menos una temeridad de un alto coste humano.
Su mandato era cumplir los acuerdos de Minsk de 2015. Con eso, posiblemente, hubiera evitado un baño de sangre, pero no, había que seguir oprimiendo las regiones de Donetsk y Luhansk.
Es cómo si Cataluña se separa de España en un momento de crisis del gobierno central y las zonas que hoy identificamos como Tabarnia se resisten y, España, tras recuperarse, viene en su apoyo y a recuperar lo que ha sido parte de su territorio.
Hacerle frente militarmente no tiene sentido, está condenado a la derrota con un alto coste humano y económico.