Redacción/Agencias. El Colegio de Ópticos y Optometristas de Castilla y León (COOCYL), como agentes sanitarios de Atención Primaria en salud visual y conscientes del problema creciente de la presbicia entre la población de una Comunidad con elevado índice de envejecimiento, aconsejan un tratamiento individualizado de corrección que se adapte a las circunstancias personales y sociales de cada usuario.
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La también conocida como vista cansada afecta al 81% de los españoles a partir de los 45 años, al 98% en los mayores de 65 años, lo que supone unos 17 millones y medio de personas afectadas en España. Además, se estima que dentro de unos10 años más de la mitad de los españoles padecerán presbicia, debido al incremento de la esperanza de vida, las mejores condiciones sanitarias y el progresivo envejecimiento de la población, especialmente acuciante en Castilla y León.
“El problema de la aparición de la presbicia surge cuando a partir de una determinada edad el cristalino va perdiendo elasticidad y eso significa que aunque los músculos ciliares sigan haciendo perfectamente su trabajo, el cristalino no es capaz de modificar su curvatura del mismo modo que antes. Esa imposibilidad hace que la imagen que se forma en retina sea borrosa”, tal y como explica la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros.
Se trata, además, de un proceso degenerativo natural directamente relacionado con el envejecimiento, por lo que “la primera premisa de la que debemos partir es que la presbicia no tiene cura, y que vamos a llegar a ella tarde o temprano, si bien unos buenos hábitos visuales y una buena alimentación influirán en que la aparición de la misma sea más gradual”, tal y como señala el delegado del COOCYL en Burgos, Alejo Ruiz.
Como curiosidad, Ruiz también hace referencia a otros factores que influyen en su aparición prematura, como la localización geográfica, ya que está comprobado que la población africana sufrirá antes de presbicia que la europea, o que en el Tibet la vista cansada se retrasa por encima de los 50 años.
En cualquier caso, añade el delegado de Burgos, “los síntomas ante los que debemos acudir a nuestro profesional óptico optometrista serían el cansancio ocular, problemas con el enfoque en visión próxima o picor de ojos durante el desarrollo de tareas”.
El uso de correcciones ópticas, sean gafas o lentillas, utilizar siempre la luz adecuada para cada actividad o realizar descansos al trabajar frente al ordenador o usar el móvil, son pautas de higiene visual necesarias para toda la población, aunque a la hora de elegir una u otra alternativa de corrección es fundamental un análisis por parte de tu óptico optometrista.
Los dos factores que el profesional de Óptica tendrá en cuenta a la hora de elegir las lentes son el tamaño de la pupila y la prescripción de cerca. En general, conviene probar diferentes diseños hasta encontrar el que va mejor, porque, a modo de ejemplo, es muy diferente utilizar unas gafas progresivas para conducir durante muchas horas porque eres chófer de autobuses, que trabajar en una oficina delante de una pantalla de ordenador durante todo el día.
En este sentido, Alejo Ruiz explica que “aunque hoy en día la presbicia la tratamos fundamentalmente con lentes progresivas, el uso cada vez más extendido de dispositivos electrónicos está haciendo que proliferen las lentes ocupacionales, donde se tiene en cuenta la distancia de trabajo y la adición propia del paciente en función de su edad”.
Con ello, se logra “la gran ventaja de los campos tan abiertos de los que disponen, tanto en visión próxima como en intermedia, lo cual genera un gran confort en su uso y muy pocos problemas de adaptación. El inconveniente sería su especificidad, ya que no son prácticos para otras labores distintas, como la visión de lejos”, añade el experto.
Con todo, “es fundamental analizar el puesto de trabajo y cuáles son las necesidades visuales exactas de la actividad para poder ofrecer una recomendación personalizada sobre filtros especiales para ordenador (sólo si procede), lentes fotocromáticas, diseños de progresivo adecuado, opción de lentes ocupacionales, etc..”, concluye la secretaria general de COOCYL.
A continuación se detallan las diferentes opciones que pueden barajar los afectados por presbicia con su óptico optometrista.
Gafas monofocales:
Tienen graduación para una única distancia que en el caso de la vista cansada suele ser de 35-40 cm para leer y/o coser. No valen para ver más lejos, y si las tienes puestas, no te permitirán ver correctamente a las distancias intermedias, como puede ser una mesa o la pantalla de un ordenador, y a más distancia verás totalmente borroso.
Gafas progresivas:
Este tipo de lentes son habitualmente la mejor alternativa para personas con presbicia, aunque dependerá del uso y de la graduación de cada caso. Si no tienes graduación de lejos y aunque sólo necesites usar gafas para cerca, el progresivo resulta muy cómodo porque podrás ver bien a todas las distancias. Valen tanto para el ordenador, la televisión o para ver a una persona más de 1 metro de distancia. Si tienes graduación de lejos, aunque no sea mucho, es todavía más adecuado el uso del progresivo porque les sacarás el máximo rendimiento: con la misma gafa podrás ver a todas las distancias.
Gafas ocupacionales:
Son lentes específicas para su uso en determinadas circunstancias, generalmente pensados para un entorno de oficina con un campo de cerca y zona intermedia muy grandes, ya que no llevan zona de lejos. Permiten ver cómodamente un ordenador y leer, pero si quieres ver a distancia tendrás que quitarlas. Son una buena alternativa pero no te dan tanta libertad como el progresivo.
Lentillas multifocales:
Las lentes de contacto multifocales están diseñadas para utilizar distintas potencias de lente que enfocan la visión a distintas distancias del usuario. Normalmente incluyen una graduación para ver objetos muy cercanos, una graduación para ver objetos a una distancia de lejos y una graduación para distancias intermedias. Esta configuración ayuda a las personas con presbicia a corregir sus problemas de visión asociados con la edad, en los que el ojo ya no es capaz de enfocar objetos cercanos. Pueden ser lentes blandas o lentes rígidas permeables al gas en función del material con el que están fabricadas.
Este articulo fue publicado el 3 Abril 03Europe/Madrid 2018 a las 8:06 am y esta archivado en Salud. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.