
Fotografía: Javier Marqués
Redacción. En los exteriores una multitud de arandinos se daba cita para presenciar uno de los momentos más aciagos de la historia de la tauromaquia en Aranda de Duero. En el interior unos graderíos sombríos y desprovistos de público. Entre medias, los propios Diestros no daban crédito a la situación. Vaya faena… Maestro, vaya faena.

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En mitad de un erial, a escasos metros de dónde erigía su estampa La Chata (¡ay… si levantara la cabeza!), una multitud de arandinos que deseaba contemplar con sus propios ojos tan oscuro capítulo, se entremezclaba con toda la parafernalia propia de la feria taurina. Caras de consternación, caballos, mulilleros y monosabios compartían matojos y descampado ofreciendo una no muy memorable estampa.
A escasos metros, los Diestros formaban para el paseíllo apurando tiempo y horario, con la esperanza de que los graderíos ofrecieran una perspectiva menos desoladora que el tan evidente vacío absoluto. Con las manoletinas hundidas en tamaño patatal, se intercambiaban miradas inquiriendo a la cuadrilla “¿pero.. ésto es todo?“. Otros mostraban un evidente gesto dubitativo y lanzaban la mirada al infinito quizás pensando “ésto no lo vivía yo desde que era maletilla“.

Los unos por los otros…
En los aledaños de la tan manida Plaza de Toros Portátil (…que no dentro), ver mapa GPS, el público arandino alentaba su enfado contemplando y constatando a qué habían quedado reducidos los Toros en Aranda de Duero, sin duda uno de los ejes centrales de nuestras Fiestas Patronales. En los corrillos se cargaban las tintas contra el empresario, contra los políticos y, en definitiva, contra todos aquellos que nos han privado del espectáculo taurino y de una Plaza de Toros… digna de tal nombre.
Recuerdos de la mítica “Chata”, menciones al refranero castellano: “los unos por los otros… la casa sin barrer“, y hasta algún que otro grito y exabrupto, constituían la banda sonora de lo que debería ser fiesta, disfrute y algarabía. Mientras tanto, y confiando en que ésta bochornosa situación no tenga mayor continuidad, el pueblo de Aranda de Duero se pregunta: “¿quien lidiará con semejante morlaco?“.
Este articulo fue publicado el 15 Septiembre 15Europe/Madrid 2010 a las 8:08 am y esta archivado en Cultura. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
A ti te parece que los toros son una tortura. A mi me parece que Cataluña es España.
Si quieres que te respete, respétame. Aun así, seguiré pensando que Cataluña es España. “Lliure” dentro de España. Si no crees esto no opines fuera de tu Lliure Catalunya.
Aquí no estamos hablando de toros si o toros no, estamos hablando de una situación especial en un pueblo de Castilla. No se trata de una guerra entre taurinos y antitaurinos, se trata de que gran parte de un pueblo ha dicho “basta ya” a una serie de circunstancias increibles, tomaduras de pelo y “caciquismo”, en lo que se refiere a una obra de construcción como lo es la nueva plaza de toros y todo lo que la rodea.
Pero lo que hay que hacer además de quejarnos es darles un verdadero escarmiento a todos estos politicos y en las próximas elecciones municipales “NOVOTAR”, pues hay que saber que si se vota en blanco se reparten los votos yal igual que los nulos, lo que más daño les hace es el que NO vote la gente.
ASI QUE HACER ESTO NOVOTAR HABER SI CON UNA VOTACIÓN DE UN 10 % SON CAPACES DE COGER EL MANDO, MEJOR SE´RA DE DARSELO A UNA GESTORA Y AUDITARLE TODOS LOS AÑOS.