Por Redacción | Octubre 21, 2025 - 10:33 am - Publicado en Es Noticia

Redacción. La apicultura, una práctica ancestral, se enfrenta hoy a desafíos significativos debido al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. En este contexto, las colmenas tradicionales de Burgos, conocidas como dujos, cuezos u hornillos, han emergido como un foco de interés para la investigación científica en Europa. Estas estructuras rústicas, que durante siglos fueron un saber transmitido de generación en generación, están demostrando ser una fuente de inspiración para el desarrollo de soluciones apícolas innovadoras y sostenibles.

Este artículo explora la relevancia de estas colmenas tradicionales, la colaboración entre apicultores burgaleses y la Universidad de Innsbruck en Austria, y el potencial de este patrimonio etnográfico para el futuro de la apicultura.

En la provincia de Burgos, la apicultura tradicional se ha caracterizado por el uso de colmenas fabricadas con materiales del entorno. Estas colmenas reciben diferentes denominaciones según la comarca:

  • Dujo: Utilizado en Las Merindades, Treviño y La Bureba, derivado del latín dolium (vasija).
  • Cuezo: Común en la Sierra de la Demanda y algunas zonas de las Riberas del Duero y Arlanza, posiblemente por el sonido del enjambre similar a una olla cociendo.
  • Hornillo: Denominado así en localidades de Las Loras y Tierra de Campos, por el calor generado en su interior por las abejas.

Estas colmenas son estructuras rústicas, principalmente fabricadas con troncos de árbol huecos y lajas de piedra. Se pueden encontrar tanto de pie al aire libre como insertadas dentro de construcciones.

Características Constructivas

La fabricación de estas colmenas implicaba la búsqueda de troncos secos y huecos, preferentemente de olmo, aunque también se utilizaban robles, castaños o fresnos. Sus medidas oscilan entre 60 y 120 cm de largo y unos 50 cm de diámetro, con paredes de aproximadamente 5 cm de grosor, lo que proporciona un excelente aislamiento térmico frente al frío y el calor exterior.

Las colmenas tradicionales cuentan con tres o cuatro agujeros, llamados piqueras o aviaderos, para la entrada y salida de las abejas. Algunos tienen tablillas debajo para que las abejas descansen. En la Sierra de la Demanda, las abejas entran y salen por la parte inferior del tronco, que se eleva ligeramente con calzos.

En las comarcas de las Riberas del Duero y el Arlanza, existen también hornilleras o colmenares con colmenas elaboradas con un cesto de mimbre recubierto interna y externamente con barro, paja y boñiga, con una tapa de madera igualmente recubierta de barro y una única piquera de mayor tamaño.

Dentro de los dujos, se colocaban una o dos cruces de palos finos (de jara, chopo, brezo) para que las abejas construyeran sus panales. Estos panales no son rectos como los modernos, sino que adquieren diversas formas y tamaños, y no pueden extraerse sin romperse. Ocasionalmente, los dujos se pintan de colores para que las abejas reconozcan su colmena y eviten la «deriva».

El Puente entre Burgos y Austria: Tradición e Innovación

La Universidad de Innsbruck en Austria, a través del arquitecto y apicultor aficionado Peter Linser, ha mostrado un gran interés en la apicultura tradicional burgalesa. Su investigación ha revelado que los dujos ofrecen una capacidad aislante hasta seis veces superior a las colmenas modernas. Este descubrimiento es crucial para adaptar la apicultura a inviernos rigurosos y veranos cada vez más cálidos, sin comprometer la eficiencia ni la supervivencia de las abejas.

La colaboración se ha consolidado gracias a la Fundación Oxígeno, que facilitó el contacto entre el equipo austriaco y apicultores locales como Abel García y Eduardo Izquierdo. Esta relación ha propiciado visitas de investigadores a Burgos, participación en la Fiesta de las Abejas en Pineda Trasmonte, y la llegada de un dujo burgalés a Innsbruck para pruebas experimentales. Recientemente, una delegación burgalesa visitó Austria para conocer los avances tecnológicos en los laboratorios universitarios, observando cómo la tradición y la innovación se entrelazan para diseñar colmenas más resistentes y sostenibles.

Tradición que Mira al Futuro

El interés de los investigadores austriacos no se limita a la forma o los materiales de los dujos, sino a la visión integral de la apicultura tradicional. Los dujos son un ejemplo de cómo las comunidades locales se adaptaron a su entorno utilizando recursos naturales y técnicas de construcción inteligentes. Este proyecto busca demostrar que el conocimiento tradicional puede ofrecer soluciones decisivas para los desafíos actuales del sector apícola, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la presión sobre los ecosistemas rurales.

Burgos como Referente Internacional

El trabajo iniciado en Burgos está trascendiendo fronteras, abriendo la puerta a nuevas investigaciones conjuntas y posicionando a la provincia como un referente en la innovación apícola europea. La experiencia subraya que la conservación y el estudio del patrimonio etnográfico no es solo una cuestión de memoria, sino una clave para el futuro. Los dujos burgaleses demuestran que su legado no está anclado en el pasado, sino que es una base viva para soluciones innovadoras que aseguren la supervivencia de las abejas y la continuidad de la apicultura en un mundo en constante cambio.


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