Por Pedro Félix García García | Marzo 23, 2021 - 8:37 am - Publicado en Cultura

Pedro Félix García. Desde el 24 de marzo al 15 de junio y durante el horario habitual de apertura al público, puede visitarse gratuitamente en la sede barcelonesa de SEAT (Paseo de Gracia, 109) la exposición titulada ‘Campañà. La estética de la modernidad mecánica’, consistente en más de 150 fotografías de vehículos, realizadas a lo largo de medio siglo, entre 1925 y 1975 por Antoni Camapañà.

MejorableAceptableBuenoMuy BuenoExcelente (12 votos, media: 4.67 de 5)
Loading ... Loading ...

Una interesante propuesta cultural de connotaciones estéticas, que se nos ofrece en Cataluña para cuando llegue el ansiado día del fin de las restricciones a la movilidad que, hoy por hoy, coartan nuestra libertad de desplazarnos cuándo y a dónde queramos. Nos referimos a la interesante oportunidad de contemplar reunida en su tierra natal la extensa obra gráfica del fotoperiodista Antoni Campañà.

Antoni Campañà Bandranas fue un conocido fotoperiodista español del siglo pasado. Nació en 1906 en Arbucias (Gerona), pero su infancia se desarrolló en el barrio barcelonés de Sarriá. Desde muy joven se despertó en él una fuerte pasión por la fotografía. Ya con doce años lograba vender a buen precio sus propias fotografías. Inició la carrera de perito mercantil pero, antes de acabarla comenzó a trabajar en un establecimiento dedicado a cámaras fotográficas, reportajes de bodas y otros eventos, revelado y positivados de fotografías…, lo que le permitió conocer a diferentes e importantes fotógrafos de aquella época, trabar amistad con ellos y conocer sus técnicas.

A lo largo de su vida cultivó numerosos géneros fotográficos y sus fotografías artísticas fueron muy bien valoradas en exposiciones, sobre todo en las realizadas fuera de España. Trabajó regularmente para el periódico ‘La Vanguardia’. Durante nuestra pasada guerra civil estuvo en Barcelona y, aunque en ningún momento actuó como corresponsal de guerra, sí captó durante esos tres años unas cinco mil instantáneas sobre todo el acontecer diario en la ciudad. Una foto muy conocida suya fue la de los cadáveres de unas monjas expuestos a la puerta del convento tras ser profanadas sus tumbas por los milicianos. Fue chófer del ejército republicano y, aunque católico practicante, se da la paradoja que sus fotos captaron algunas de las mejores imágenes de la quema de iglesias. Falleció en 1989 y no ha sido hasta treinta años después de su muerte, cuando su nombre saltó a la fama a nivel nacional al aparecer de repente y casi por sorpresa sus numerosísimas fotos de aquella Barcelona en guerra entre los años 1936 y 1939, fotos que se sabía que habían existido, pero que se creían perdidas.

Las fotos de Campañà encandilaron tanto a miembros de la CNT (que llegaron a editar postales con algunas de ellas), como después a los máximos responsables del mando vencedor de la contienda, por sus magníficas imágenes de los primeros desfiles franquistas en tierras catalanas. Son alrededor de cinco mil fotografías -en negativos unas y positivadas otras- que Campañà guardó -escondió más bien- en unas cajas rojas en el fondo de una cochera, pues no tenía intención de publicarlas. Ochenta años después de haber sido realizadas, cuando los herederos de Campañà se dispusieron a vender la vieja casa familiar de San Cugat del Vallés -construida en los años cuarenta del siglo pasado- fue cuando descubrieron las cajas rojas que contenían tan valioso tesoro gráfico.

Al menos tres exposiciones, prácticamente simultáneas, muestran estos días al público la obra de Campañà en la tierra que vio nacer a este insigne fotoperiodista.

Desde el 18 de marzo y hasta el próximo 18 de julio, el Museu Nacional d’Art de Catalunya, bajo el lema ‘La guerra infinita’, muestra buena parte de esas imágenes que tomó durante nuestra última guerra civil.

Por su parte, entre los días 10 de abril y hasta el 26 de septiembre, en el Museu Memorial de l’Exili (NUME) de La Junquera (Gerona), bajo el lema “L’endemá de la retirada: Portbou 1939″, podrán contemplarse las instantáneas que Campañà captó durante la retirada republicana en el Coll de Belitres y en distintos municipios del Alt Empordà, en la frontera franco-española.

Dentro de la rica y diversa obra plástica de Antoni Campañà, la exposición de la Casa SEAT a la que aquí nos referimos, explora una de las facetas singulares de este prolífico artista, que refleja magníficamente los cambios que la popularización del automóvil en España introdujo en nuestro entramado social y urbano. Antoni Campañà, seducido por las formas del automóvil, supo captar con su objetivo fotográfico los cambios culturales y sociales que definieron el siglo XX.

Integradas en las tres plantas de la Casa SEAT y presentadas en diversos soportes -tales como impresiones de gran formato, proyecciones audiovisuales o negativos retroiluminados, entre otros- las imágenes que componen la exposición ‘Campañà. La estética de la modernidad mecánica’, ofrecen a los visitantes un motivo de reflexión acerca de la evolución del espacio urbano, la irrupción de la velocidad o la posibilidad de belleza en los entornos industriales, todo ello a través de la mirada única de uno de los grandes fotógrafos españoles del siglo XX. La exposición presenta, además, las fotografías de una manera dinámica. Para esta ocasión se ha instalado un auténtico ‘Seat 600′ real completamente restaurado, lo que permitirá a los visitantes apreciar mejor y de modo directo cómo ha evolucionado la movilidad desde los años 70 del siglo pasado.

La transformación industrial que refleja la exposición ‘Campañà. La estética de la modernidad mecánica’ que exhibe la Casa SEAT, lógicamente, se centra en vehículos e instalaciones fabriles de esta marca, gracias a la relación profesional y de amistad que el autor mantuvo con el ingeniero de la marca -y también conocido fotógrafo- José Ortiz Echagüe, que también fue el primer director de SEAT, lo que abrió de par en par a Campañà las puertas de la fábrica y le permitió fotografiar todos los detalles del proceso de producción. Gracias a ello podemos hoy contemplar, por ejemplo, cómo por las primitivas cadenas de montaje discurrían a veces entremezclados modelos diferentes, según se aprecia en una de las fotografías que aquí reproducimos: un Seat 1400 es seguido en la misma cadena por un Seat 600.

En la imagen -publicitaria- que encabeza este reportaje, Campañà consiguió mostrar -con ayuda de una elegante modelo- la belleza escondida en una unidad de la primera versión del Seat 600 que se fabricó en España: intermitentes delanteros sobre las aletas; puertas que abren de adelante hacia atrás y que SEAT pronto cambió en la siguiente versión para evitar a las damas incómodas posturas al entrar y salir del coche…

Asimismo, como fotógrafo de la marca, Campañà no solamente creó algunas de las imágenes publicitarias más icónicas de los primeros años de SEAT, sino que también dirigió su objetivo fotográfico más allá, retratando cómo Cataluña en particular y España en general pasaban del mundo rural a la rugiente y contradictoria modernidad mecánica y urbana.


Este articulo fue publicado el 23 Marzo 23Europe/Madrid 2021 a las 8:37 am y esta archivado en Cultura. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

1 Comentario

  1. Marzo 23, 2021 @ 10:49 am


    Excelente reportaje!. Otra de las -¡muchas! - cosas que admiro de Estados Unidos es la pasión que tienen por mostrar y preservar la Historia de su automoción. La gente venera y respeta sus coches clásicos como si fueran monumentos y se conocen al dedillo hasta la biografía de fundadores, diseñadores, ingenieros, pilotos…. En España tenemos un legado casi tan rico como aquel de ultramar, pero no somos demasiado conscientes. Sirvan artículos como éste para darle ésa visibilidad y respeto que merece.

    Escrito por Javi

Escribe un comentario

Nota: Los comentarios de nuevos usuarios son revisados por el moderador antes de publicarse.