Lugar del hallazgo visto desde más cerca

Pedro Félix García. Continúan a muy buen ritmo los trabajos de restauración del retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de Vadocondes y tales trabajos continúan proporcionándonos algunas sorpresas. Recientemente ha aparecido un humilde trocito de papel con diez nombres escritos, escondido en una rendija de un adorno de la predela.

Ahí, en esa rendija, aguardaba una sorpresa

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Cada vez falta menos para dar por concluida la restauración del retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de Vadocondes; ya sólo queda acabar de restaurar su parte inferior; la predela.

Sin embargo, ésta es precisamente la zona en la que más se tarda en avanzar ya que, a al ser la más cercana a las personas, también ha sido la más ‘castigada’, porque también ha sido la que más ‘cuidados’ de limpieza ha recibido. Por supuesto fueron cuidados siempre totalmente bienintencionados pero que, a veces, no consistieron sólo en una limpieza superficial del polvo con una gamuza, sino que también, otras veces, fueron friegas bastante más profundas, a base de agua y jabón por ejemplo, e incluso hasta con bayetas humedecidas en agua y lejía. Y claro, si ya de por sí un simple paño seco es capaz de arrancar trozos de las finas capas de pan de oro parcialmente ahuecadas con el paso del tiempo, qué no decir del destrozo involuntario causado por gamuzas húmedas frotadas bien a conciencia…

El caso es que, no sólo en éste, sino en casi todos los retablos de casi cualquier templo, su parte baja es la que siempre suele tardarse más en restaurar. Además, por su cercanía a las personas, es la zona que requiere una restauración más esmerada, porque es algo que luego va poderse contemplar con mayor facilidad a simple vista.

Y ha sido durante la restauración cuidadosa de todos los rincones de la parte baja del retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de Vadocondes, donde ha aparecido un humilde trozo de papel, de 7 x 11 centímetros, muy dobladito múltiples veces, sin duda con la intención expresa de que ocupase poquito espacio, y que fue depositado allí intencionadamente por un antecesor nuestro hace alrededor de doscientos años.

En el lado de la epístola; según miramos de frente al retablo, el papelito en cuestión estaba en un recoveco próximo al extremo derecho del mismo, en una rendija existente en un adorno situado a media altura de la predela.

Sara Taboada fue quien lo halló y hubo de extraerlo cuidadosamente con pinzas. En una de las imágenes que aquí publicamos, Sara nos señala el lugar exacto. En otra de las imágenes, podemos contemplar más de cerca un primer plano de ese lugar. Y en una tercera imagen reproducimos el contenido del papelito en cuestión: es una lista de diez nombres de pila y sus apellidos correspondientes, escrita con tinta mediante una plumilla. El lector puede ampliar esta imagen haciendo ‘clic’ en ella si quiere poder ver con más detalle esa lista. Esto es lo que pone:

Alcaldes:   Ramón Martínez

Leandro Campos

Rosendo Leal

Pablo Anton

Mayord^s Felipe Martínez

Fran^co de Pablo

Quadrill^s Jose Castilla

Ciriaco Campos

Fran^co Rozas

Marcos Mozos

Clic en foto para ampliar

Según era costumbre antiguamente, abundan las abreviaturas en varias palabras. El tipo de caligrafía nos indica que la lista completa probablemente fue escrita por una misma persona. A primera vista pudiera pensarse que el primer nombre está como tachado. Pero pensamos no es así. Más nos parece una rúbrica que una raya de tachadura. ¿Escribió la lista el tal Ramón Martínez? Puede ser y también puede ser que, en tal caso, tras estampar su nombre, se le ‘escapase’ la rúbrica. ¿Por qué más adelante aparece como subrayado el nombre de Rosendo Leal? Tampoco lo sabemos. Tanto en un caso como en el otro háganse también ustedes cuantas conjeturas deseen.

Son personas que, en el primer tercio del siglo XIX, componían la Junta Directiva de una Cofradía o Capellanía relacionada con la iglesia parroquial de Vadocondes. Por aquel entonces era normal que incluso hubiera dos alcaldes civiles rigiendo los consistorios, así que nada hay de extraño en que fueran cuatro las personas que estuvieran al frente de una organización de carácter religioso. Hoy los llamaríamos presidentes a aquellos ‘alcaldes’ de entonces.

De los diez nombres que aparecen, Julio Aparicio Langa ha identificado a siete de ellos como nacidos a finales del siglo XVIII, así que es lógico suponer que, en el primer tercio del siglo XIX fuesen ya personas adultas, capaces de desempeñar con éxito cargos públicos como los indicados. Según sus propios datos (libro del que es autor sobre Genealogía de Vadocondes, depósito legal BU-281-2009), y de los que es posible encontrar en el catastro del Marqués de la Ensenada, Julio Aparicio data en la época que hemos indicado este papelito hallado ahora en el retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de Vadocondes.

El motivo por el que nuestros antepasados guardaron allí respetuosamente dicho papelito, se debe a que así pretendían rogar fervientemente la protección divina, colocando la lista con los nombres, cerca del altar y sobre todo del sagrario, con el santo propósito de procurar desempeñar mejor con tal amparo la labor encomendada a los allí citados.

Las restauradoras que están trabajando en el retablo de Vadocondes, nos han contado que no resulta raro encontrar objetos similares -fotos- en viejos retablos como éste, aunque una lista como ésta, de nombres de personas, no habían encontrado nunca hasta ahora.

Otro día más adelante seguiremos contándoles otras cosas interesantes relacionadas con la restauración del retablo del altar mayor de la iglesia de Vadocondes.

Este articulo fue publicado el 18 Marzo 18Europe/Madrid 2020 a las 9:14 am y esta archivado en Cultura. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.