Javier Marqués. El próximo 25 de mayo entra en vigor un novedoso Reglamento europeo en materia de seguridad y comercio: el Reglamento General de Protección de Datos, GDPR (ó RGPD en castellano). Éste nuevo cambio normativo supone un quebradero de cabeza para las grandes compañías pero, paralelamente, una ocasión irrepetible para el comercio tradicional de proximidad.

Foto: Merche Abad | Comercio tradicional en Aranda

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Seguro que les ha pasado; tras una animada conversación con los amigos, volvemos a casa, abrimos el navegador de Internet en el ordenador y…. ¡sorpresa! ése tema que compartimos entre Ribera y Ribera aparece ante nuestros ojos a modo de anuncio publicitario. ¿Cómo han podido averiguarlo?, ¿nos están espiando?. Pues sí, efectivamente tenemos un “topo” en nuestra vida diaria. O, seguramente, más de uno.

…¿Puede el Comercio tradicional ser competitivo frente a la gran compañía?. Rotundamente sí”.

Y no, no llamen a Iker Jiménez; es algo tan extendido que ya todos deberíamos ser conscientes. En todo caso, y para los más incrédulos, permitánme un curioso ejemplo. Una pareja de usuarios decidió poner a prueba su intimidad como Consumidores, repitiendo ante su teléfono la frase “comida de gato”. Misteriosamente apareció en pantalla publicidad del mencionado producto al cabo de 24 horas. Lo grave del caso es que no sólo la pareja no tiene gato; uno de ellos es - incluso - alérgico. Como recoge la prensa, el curioso experimento pronto se hizo viral.

Me he quedado con tu cara…

Efectivamente, muchas grandes compañías extraen datos tanto de nosotros como de nuestra vida diaria para luego utilizarlos comercialmente. ¿Se han preguntado el motivo por el que Twitter nos pide ahora autorización para usar nuestra cara?. Yo lo desconozo… pero me lo imagino. La Unión Europea también es consciente y ha decidido tomar cartas en el asunto. Inmediatamente.

A partir del próximo 25 de mayo, toda aquella empresa ó entidad que recoja nuestros datos deberá explicar al usuario claramente, cual es el objeto de tal captación, qué medios se emplean, cómo se va a llevar a cabo y, lo que es más importante, cual es la finalidad que se persigue.

Para las grandes empresas tecnológicas, ésta nueva medida (el temido RGPD) es todo un varapalo que puede limitar su actividad comercial en Europa (según un estudio de NetAPP en Reino Unido, incluso un 35% de las grandes firmas considera al RGPD como un riesgo para su continuidad).

Para las medianas y PYMES, es una obligación accesible… pero compleja. Quizás un buen motivo para poner al día la web corporativa y relevar de sus desvelos a ése célebre “sobrino informático” que todos tenemos (según NetAPP un 51% de éstas empresas considera que éstas nuevas exigencia pueden repercutir negativamente en su reputación corporativa).

El pequeño comercio y, sobre todo, el de proximidad pueden - por otra parte - encontrar una aliado fundamental tanto en éste nuevo RGPD, como en la propia Internet. Si se habían planteado poner al día su comercio “on line”…. quizás éste sea el momento.

¿Puede el Comercio Tradicional ser competitivo frente a la Gran Compañía?.

Buzones de Amazon en la Avenida Castilla (Aranda)

Rotundamente sí. Efectivamente, comprar por Internet, usar las grandes compañías de venta on line nos garantiza precios aparentemente ventajosos, un amplio muestrario para elegir y, con cada vez mayor frecuencia, una inmediatez en la entrega. ¿Han visto los armarios amarillos que empiezan a colonizar Aranda (fotografía de la izquierda)?. Pues sí; a éso nos referimos.

La RGPD es una apuesta por la seguridad comercial… pero también por la calidad. La idea es que el proceso de compra sea más informado, deliberado, seguro, atendido… más… ¿humano?. Pues sí, ése es el sendero comercial que nos indica Europa y, en ése campo, el Comercio Tradicional tiene mucho que decir. Hoy, más que nunca, Internet es su aliado.

Servidor, es - entre otras muchas cosas - un incondicional de la Cocina y de la Gastronomía, por lo que rara es la tienda del ramo en Aranda y Comarca en la que no he recalado, charlado y rebuscado. Quizás buceando mucho en Internet encontraría mejor precio. Quizás. Pero… la experiencia de tocar, dialogar y de traerte a casa la sartén junto con un par de consejos y recetas… ¿qué quieren que les diga?, es casi casi inmejorable. Para que tal experiencia fuera perfecta, sólo me faltaría ése primer vistazo “on line” que te permiten las web y que eximen al sufrido dependiente de la habitual batería de dudas y preguntas futiles.

Por lo demás… me quedo con ése maravilloso “maridaje” de tradición y teconología que la RGPD permite y - espero - logre fomentar.

Javier Marqués, arandino y CEO de Atención al Consumidor España.

Este articulo fue publicado el 10 Mayo 10Europe/Madrid 2018 a las 8:33 am y esta archivado en Opinión. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.