Por Redacción | Julio 7, 2012 - 7:36 am - Publicado en Es Noticia

Redacción. La Mancomunidad Ruta del Vino-Afluente Rural, en colaboración con el Centro de Iniciativas Turísticas ha preparado para este sábado 7 de julio una visita nocturna al Centro de Interpretación de la Lana que no hay que perderse.

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Aprovechando la circunstancia de que estos días disfrutaremos de luna llena, La Mancomunidad Ruta del Vino-Afluente Rural, en colaboración con el Centro de Iniciativas Turísticas, ha decidido abrir hoy sábado 7 de julio por la noche el Centro de Interpretación de la Lana y ofrecer una actividad nocturna que combine visita guiada al espacio museístico y paseo bajo la luz de la luna por “Las sendas de la lana“.

La iniciativa está especialmente dirigida al público adulto, y comenzará a las 21:30 horas en el Centro de Interpretación de la Lana, ubicado en La Horra, donde la técnico de Turismo de la Mancomunidad realizará una visita guiada mientras cae la noche. A la salida de la luna, se iniciará el paseo guiado de 4 kilómetros por la Senda de la Lana hasta llegar al Gran Doncel, un pino centenario catalogado por su singularidad, disfrutando de los sonidos de la Naturaleza por la noche, y posiblemente de la visión de algún animal.

La actividad finalizará reponiendo fuerzas con una chocolatada en la terraza del restaurante El Manojo de La Horra. Puesto que las plazas son limitadas, es necesario inscribirse en el teléfono 947 107 269 o a través del correo electrónico info@parquedelalana.com.


Este articulo fue publicado el 7 Julio 07Europe/Madrid 2012 a las 7:36 am y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

1 Comentario

  1. Julio 7, 2012 @ 9:33 pm


    Al Gran Doncel, siempre le hemos llamado “pino gordo”. Admito que gran doncel suena más científico, pero pino gordo es más cariñoso. Cuando se llega ante él, nadie resiste la tentación de abrazarle y para ello, se necesitan cuatro personas (si hay gente menuda, cinco). Quizás por eso le queramos tanto, porque normalmente nadie va abrazando árboles por el monte o por la calle.

    Escrito por Antonio

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