Redacción/Agencias. Este sistema, beneficioso especialmente para los enfermos crónicos, aporta comodidad y facilidad de acceso a la medicación, pues ya no es necesario acudir al médico cada vez que el paciente necesite adquirir sus medicamentos. Además, mejora la información sobre el tratamiento y los profesionales pueden realizar un mejor seguimiento.
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La Consejería de Sanidad ha culminado el proceso de implantación del servicio de receta electrónica en los 247 centros de salud de Castilla y León y en las 1.628 oficinas de farmacia de la Comunidad. El despliegue ha durado diez meses desde que se iniciara en las localidades de Cigales y Alaejos, en Valladolid y se ha llevado a cabo en estrecha colaboración con el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla y León -CONCYL-.
Gracias a este rápido despliegue y a la casi inexistencia de problemas técnicos, un tercio de los pacientes que fueron a la farmacia el pasado mes de junio ya usaron la dispensación mediante este sistema electrónico, que sobre todo beneficia a los pacientes que tienen medicación habitual.
Desde el momento en que la receta electrónica se implanta en un centro de salud, los médicos incorporan pacientes al sistema de forma paulatina. Así, a fecha 17 de julio ya utilizaban este sistema un total de 434.092 personas -las que habían acudido a su médico de cabecera y habían solicitado una receta- de las 2.374.543 que tienen derecho a ello.
Procedimiento
La información de las prescripciones de un paciente se carga en el sistema de receta electrónica, al que accede el farmacéutico cuando el paciente lo solicita. Así, tras acudir a la consulta, podrá ir directamente a la farmacia con su tarjeta sanitaria y allí le dispensarán la medicación prescrita.
Como los pacientes se irán incorporando progresivamente al sistema, la receta de papel se irá sustituyendo paulatinamente, aunque se mantendrá la impresión de recetas para casos necesarios.
Los profesionales del centro de salud entregarán a cada paciente la denominada ‘hoja de medicación’, en la que aparecerá toda la información sobre los medicamentos que tiene que tomar, con el detalle de cómo administrarlos y durante cuánto tiempo. Cada vez que se produzca un cambio en el tratamiento se le entregará una hoja nueva. De esta forma el paciente siempre tendrá la información actualizada sobre su medicación.
La tarjeta sanitaria es la llave para acceder a este sistema. Cuando el paciente acuda a la farmacia bastará con presentarla para que el farmacéutico le entregue la medicación. Las tarjetas actuales sirven para este sistema. No obstante, si la lectura de la banda no fuera correcta puede solicitarse una nueva en el centro de salud.
Ventajas
Las ventajas más relevantes de este nuevo modelo de prescripción, que benefician directamente a los pacientes, son en primer lugar la comodidad y facilidad de acceso a la medicación, pues ya no es necesario acudir al médico cada vez que necesite medicación -de hecho entre mayo de 2015 y mayo de 2016 se ha registrado un descenso del 12 % en la frecuencia de las consultas en aquellos centros donde más se ha desplegado este sistema-.
Mejora también la información sobre todo el tratamiento con la citada hoja de medicación y todo son ventajas en la aplicación del límite de aportación de pensionistas en la dispensación, ya que cuando lleguen al límite mensual de pago que les corresponda no tendrán que pagar más y, por tanto, no tendrá que efectuarse la devolución.
Otras ventajas ligadas a este sistema que tienen un impacto sobre profesionales y pacientes son, por ejemplo, la mejora de la calidad asistencial, pues la receta electrónica optimiza las tareas asistenciales relacionadas con la medicación, permitiendo a los profesionales un mejor seguimiento de la medicación del paciente.
Además, se optimiza el proceso de dispensación, ya que el profesional sanitario farmacéutico tiene acceso al tratamiento completo del paciente y no solo a aquellos medicamentos que se dispensan de forma puntual. Se mejora también la coordinación entre los profesionales de los centros de salud y el farmacéutico, al establecer canales de comunicación entre ellos mediante mensajería dentro del sistema, permitiendo así una atención integral del paciente.
Otro aspecto esencial es la mejora de la seguridad asociada a los procesos de prescripción y dispensación. Así, las herramientas de validación e información incorporadas en el sistema evitarán las posibles incidencias asociadas a la medicación.
Este articulo fue publicado el 2 Agosto 02Europe/Madrid 2016 a las 8:09 am y esta archivado en Salud. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
El sistema estaría muy bien si hubiese una tarjeta sanitaria única para toda España y los médicos de toda España pudiesen acceder informáticamente al historial de cualquier paciente, fuese cual fuese su lugar de residencia habitual. Mientras dicha unificación no se produzca (que no lleva camino de éllo), hoy por hoy surgen muchos inconvenientes cuando un paciente se desplaza de una Comunidad a otra. Muchos pacientes crónicos siguen prefiriendo las recetas impresas en papel porque son aceptadas en las farmacias de toda España.