Por Pedro Félix García García | Septiembre 27, 2020 - 2:07 am - Publicado en Es Noticia

Concelebrando con el párroco de Vadocondes

Concelebrando con el párroco de Vadocondes

Pedro Félix García. Dentro del marco de sus visitas pastorales regulares, el Arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, estuvo en la tarde del pasado viernes, día 25 de septiembre, en la localidad ribereña de Vadocondes, donde concelebró una santa misa con el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, don Jean Pierre Gaillard.

Don Fidel durante la homilía que pronunció en Vadocondes

Don Fidel durante la homilía que pronunció en Vadocondes

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Es costumbre que el titular de la Archidiócesis de Burgos procure visitar todas las parroquias de su demarcación. Don Fidel Herráez Vegas casi lo ha conseguido. Y si todo se desarrolla según sus deseos, tiene previsto culminar su propósito el próximo día 18 de octubre si Dios quiere. Según informó don Fidel, Burgos es la segunda provincia de España que más parroquias tiene; 1003 concretamente.

Don Fidel Herráez (Ávila, 1944) fue ordenado sacerdote en 1968 y consagrado obispo en 1996. El 30 de octubre de 2015, el papa Francisco le nombró arzobispo de Burgos, tomando posesión de este cargo el 22 de noviembre de dicho año. Por tanto, don Fidel lleva 52 años ejerciendo el ministerio sacerdotal y 24 años de obispo, de los que los últimos cinco años ha estado como arzobispo de Burgos. Según es preceptivo, hace catorce meses, el 28 de julio de 2019 al cumplir los 75 años de edad, presentó su renuncia al papa, así que se encuentra ahora mismo pendiente de ser relevado de su alta responsabilidad en cualquier momento.

Foto de familia con algunos feligreses de Vadocondes

Foto de familia con algunos feligreses de Vadocondes

Su visita a la parroquia de Vadocondes se ha visto postergada por dos veces. La primera a causa del estado de alarma que mantuvo confinada a toda España durante unos meses y la segunda motivada por el alto número de infectados por Cóvid-19 surgido de repente hace poco más de un mes en un centro social ubicado en dicha localidad. El párroco de Vadocondes llegó a temer que fuese a ser nombrado por Roma el sustituto de don Fidel antes de que se produjese la esperada visita del arzobispo a este lugar.

Pero todo llega y llegó don Fidel, todavía en su calidad de Arzobispo de Burgos. No ha sido una visita acompañada del gran boato de actos como habían preparado en un principio los vadocondinos para recibirle, con la antelación y tranquilidad que permitía entonces el hecho de que aún no se hubiese desatado la terrible pandemia que asola ahora a todos los rincones del planeta. Pero, no obstante, don Fidel llegó en un momento peculiar a Vadocondes: en plenas fiestas patronales, las cuales, este año han sido unas ‘no-fiestas’ por culpa del coronavirus y que, la venida del arzobispo a la localidad ha contribuido a aliviar en cierto modo. Así, don Fidel, presidió una misa concelebrada con el párroco de Vadocondes, a la vez que clausuró la novena a los santos mártires Cosme y Damián, patronos de esta localidad ribereña. En su homilía declaró que las tareas esenciales de su función como obispo han sido tres: dar continuidad a la vida de los apóstoles, querernos y servirnos, y dijo que el tiempo y el espacio son los dones más maravillosos que Dios ha creado para nosotros. “A veces hemos clericalizado demasiado la vida cristiana” -dijo- “la vida cristiana ha de ser sencilla”, Dio a entender que basta con que nos queramos. “Cuando no la vivimos así, la vida se complica mucho más”, afirmó.

Al final de la ceremonia religiosa, se prestó a la clásica ‘foto de familia’ que suele acompañar a todas sus visitas pastorales. Foto curiosa la tomada en Vadocondes, acorde con los tiempos difíciles que estamos viviendo. Aquí no hizo falta pedir a los protagonistas que dijesen ‘patata’ en el momento de captarla, pues dijesen lo que dijesen o estuviesen callados, no iba a notarse la diferencia por culpa de las mascarillas que todos prudentemente llevaban tal y como está mandado. No se corrió peligro, pues el momento fue muy breve. Todo transcurrió de modo muy rápido y disciplinado. Nadie estuvo esos quince minutos sin protección junto a otra persona que dicen los científicos que constituyen el tiempo de riesgo que se requiere para un posible contagio.

Departió luego de modo distendido con todos cuantos quisieron acercársele. Dio la enhorabuena a los vadocondinos por lo bien conservado que tienen su templo parroquial y, antes de despedirse, con la sencillez y cercanía que le caracteriza, mostró a todos los presentes con humilde orgullo la cruz que cuelga permanentemente de su cuello, confesando que se la regaló personalmente san Juan Pablo II.

Y dejando muy buen sabor de boca en Vadocondes se marchó ya entrada la noche hacia Burgos. Sin chófer; conduce él.


Este articulo fue publicado el 27 Septiembre 27Europe/Madrid 2020 a las 2:07 am y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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