Por Jorge Romero | Octubre 28, 2015 - 9:10 am - Publicado en Viña y fogón

Decorara Calabazas para Hallowen

Decorar Calabazas para Hallowen

Chef Jorge Romero. Las calabazas que se compran para decorar la fiesta de Halloween tienen más utilidades en la cocina, donde es posible convertirlas en deliciosas recetas.

Crema de Calabaza

Crema de Calabaza

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En Halloween, la ‘noche de brujas’, los niños (y no tanto) se disfrazan. Abundan los dulces. Se cuentan historias de terror y, también, se compran muchas calabazas para montar figuras, decorarlas, y hacer con ellas espeluznantes candelabros. La tradición tiene mucho de creatividad, pero también, un punto débil: el desperdicio de comida. ¿Por qué no darle a esas mismas calabazas una finalidad gastronómica? ¿Cómo podemos utilizarlas para no desaprovechar la comida?

Tres ideas para cocinar con calabazas en Halloween

Halloween, la ‘noche de brujas’, es una fiesta de origen celta muy arraigada en los países anglosajones. Hasta no hace mucho tiempo, la observábamos a la distancia, en películas, noticias o fotos que nos llegaban desde Estados Unidos, Irlanda o Canadá. Hoy en día, sin embargo, esta fiesta ya no es una costumbre lejana: se celebra en buena parte del mundo, y España no es la excepción.

Si nos sumamos a la divertida tradición de “esculpir calabazas”, podemos hacer un plan completo y sacarle partido a la pulpa en la cocina. No hay porqué desperdiciar las calabazas que compramos en estos días. De hecho, si vamos a hacer un candelabro artesanal, podemos aprovechar toda la pulpa que quitemos. Y si nos sobra piel de calabaza sin agujerear, también podemos utilizarla con fines gastronómicos. Aunque existen múltiples recetas con calabazas, reseñamos aquí tres ideas sencillas y económicas para no tirar la comida.

Calabazas con legumbres. Ricas en hidratos de carbono, proteínas, fibra y hierro, las legumbres han sido siempre unas estupendas aliadas en la cocina. Sus propiedades nutricionales y su bajo coste permiten que muchas familias puedan comer de manera saludable sin que se resienta el presupuesto del hogar. No por casualidad son uno de los ingredientes que gozan de mayor presencia en los platos de cuchara tradicionales más económicos. Por textura y por sabor, la calabaza combina muy bien con las legumbres. Con su pulpa podemos preparar varias recetas. Por ejemplo, unos garbanzos con calabaza al azafrán (para esta receta, la cortamos en láminas y la sofreímos), unas lentejas con puré de calabaza (que hacemos aparte, de manera muy sencilla) o unas alubias blancas con calabaza en trozos, hervida junto a la legumbre. Cualquiera de estas opciones viene muy bien para los días fríos.

Calabazas rellenas

Calabazas rellenas

En cremas. Otro tipo de recetas muy apreciadas en otoño e invierno son las cremas de hortalizas. Existen muchísimas variedades y combinaciones posibles. Las que hagamos con calabazas serán muy ricas en beta-carotenos (una sustancia que nuestro cuerpo transforma en vitamina A) y nos aportarán una buena dosis de fibra. De hecho, estas características -sumadas a sus escasas calorías y bajos niveles de azúcar- convierten a las calabazas en una de las hortalizas más recomendadas para controlar el peso corporal. Según los gustos personales (y cuánta pulpa nos haya sobrado en Halloween) podemos optar entre hacer una sencilla crema de calabazas, sin más ingredientes que un poco de cebolla, leche y huevo, o combinar con otros sabores. Por ejemplo, hacer la crema con gambas y espárragos o, si preferimos, combinar la crema de calabaza con queso. Si elegimos esta última receta, debemos tener en cuenta que el queso aumenta las calorías del plato de manera significativa.

Calabazas rellenas. Esta opción solo nos valdrá en caso de haber conseguido salvar buena parte de la piel de las calabazas o, también, si hemos comprado algunas calabazas de más. Para prepararlas, es importante conservar en buen estado la piel, ya que será el recipiente donde coceremos el relleno. Es importante recordar que las calabazas de invierno tienen la piel más gruesa que las de verano, son un poco más dulces y tienen menos agua. Si queremos que duren más tiempo, a la hora de comprarlas es preferible escoger los ejemplares maduros y de corteza más gruesa. Para el relleno podemos utilizar la propia pulpa (sin pepitas) mezclada con otros ingredientes que sean de nuestro agrado (por ejemplo, con setas, una estupenda combinación otoñal). Otra opción es preparar un relleno diferente -de carne, de pollo, solo de setas, o un sofrito de quinoa y verduras- y aprovechar la pulpa de la calabaza para elaborar cremas, sopas o dulce.


Este articulo fue publicado el 28 Octubre 28Europe/Madrid 2015 a las 9:10 am y esta archivado en Viña y fogón. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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