Notas aclaratorias de simbologías y colores
Pedro Félix García. Esta tarde, el arquitecto Alfredo Sanz disertará en Vadocondes sobre las bodegas y lagares de dicha villa.
El acto tendrá lugar hoy jueves, a las ocho de la tarde, en el salón de usos múltiples existente en el edificio de las antiguas escuelas ‘de mayores’, también conocido en Vadocondes como ‘el salón de los quintos’. La entrada será libre y gratuita.
Plano de las bodegas y lagares de Vadocondes
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Toda nuestra Ribera se encuentra, desde no se sabe cuándo, estrechamente ligada al vino; y sigue y seguirá estándolo. Actualmente, en nuestra comarca es posible y fácil visitar numerosas e importantes bodegas que exportan sus caldos a todo el mundo.
Injusto sería que los modernos y pulcros procesos actuales de producción de los afamados y acreditados vinos ribereños, nos hicieran olvidar las raíces de las que viene esta hoy tan floreciente industria enológica.
Las bodegas subterráneas constituyen una muy conocida seña de identidad indiscutible para la inmensa mayoría de las localidades ribereñas. Sabemos que Aranda de Duero cuenta -por lo menos- con 7 kilómetros de galerías subterráneas bajo el suelo de su casco histórico. Muchos pueblos de alrededor también cobijan bodegas subterráneas, de las que poco se sabe de su extensión y estado actual de conservación. Ese desconocimiento ha comenzado a romperse gracias a los trabajos de investigación de Alfredo Sanz, joven arquitecto natural de Fuentespina, quien ha llevado a cabo recientemente interesantes y completos estudios topográficos, que han permitido inventariar bodegas, lagares y cerceras existentes en dos pueblos concretos de la comarca, Fuentespina y Vadocondes. Se trata de concienzudos y minuciosos estudios inventariados multidisciplinares, que abarcan análisis históricos, arquitectónicos, etnográficos, geológicos y urbanísticos.
Así como el estudio que hizo Alfredo Sanz en 2015 sobre las bodegas y lagares de Fuentespina, fue sufragado totalmente a expensas de las arcas municipales de dicho Ayuntamiento, en cambio el más reciente sobre las bodegas de Vadocondes ha contado con la subvención de casi un 30% del proyecto por parte de la Asociación para el Desarrollo Rural e Integral (ADRI) de la Ribera del Duero.
Cartel informativo de la charla en Vadocondes
A diferencia de las de Aranda, que se hallan bajo su propio casco urbano, las bodegas de Fuentespina y Vadocondes se construyeron fuera de los núcleos de población, aprovechando los desniveles naturales del terreno que ofrecían colinas próximas. Mientras las bodegas de Fuentespina están enclavadas bastante cerca del núcleo habitado, en cambio las de Vadocondes están más alejadas, aproximadamente a un kilómetro de distancia de la población, al sur de la misma.
Gracias a los trabajos de campo realizados por Alfredo Sanz, sabemos que Fuentespina cuenta con 3,2 kilómetros de galerías subterráneas y Vadocondes con dos kilómetros y medio. En ambos casos, Alfredo Sanz considera bastante probable que esas longitudes de galerías horadadas bajo tierra pudieran haber sido bastante más largas y que buena parte de ellas hayan quedado cegadas para siempre por el abandono y con el paso del tiempo.
Mientras el cálculo de la longitud aproximada de la red de bodegas arandinas se basa principalmente en los datos conocidos de las producciones de vino almacenadas en determinados siglos pasados, en cambio, en el caso de Fuentespina y Vadocondes las longitudes aquí mencionadas están basadas en las mediciones reales realizados in situ por Alfredo Sanz.
Alfredo Sanz Sanza
En el inventario topográfico de Alfredo Sanz, en Fuentespina constan catalogadas 128 bodegas, de las que 114 se encuentran accesibles y 14 inaccesibles.
En Vadocondes han sido catalogadas 78 bodegas, de las que 60 continúan actualmente accesibles y 18 inaccesibles. En buen estado están 28, en estado regular hay 14, se observan desprendimientos parciales en 11 y graves en 8, mientras que 18 bodegas ya se han hundido por completo.
A diferencia de en Vadocondes, donde el trazado de las galerías subterráneas transcurre preferentemente de manera paralela entre sí y casi al mismo nivel, por el contrario el trazado de las bodegas de Fuentespina superpone frecuentemente unas galerías sobre otras, hasta en cuatro niveles de alturas diferentes en algunas zonas. En la orientación de las bodegas de Vadocondes predomina el sentido desde la boca al norte, penetrando hacia el sur el interior.
Los planos topográficos elaborados por este joven arquitecto reflejan claramente todos estos pormenores, siendo fácil su interpretación gracias a las numeraciones, simbología y distintos colores empleados.
En Vadocondes se hallan inventariados también un total de 116 lagares; 42 de ellos simples, 24 dobles, 6 triples y 2 cuádruples, con una capacidad de 150.100 cántaras (24.000 hectólitros; cerca de dos millones y medio de litros). En perfecto estado de conservación se encuentran 15 de tales lagares, otros 21 están deteriorados, 56 en estado de ruina avanzada y 26 ya desaparecieron.
Edificio de las antiguas escuelas de Vadocondes
Durante la anterior campaña de 2016, estuvieron funcionando a pleno rendimiento 5 lagares de Vadocondes, lo que constituye un caso único en toda la Ribera del Duero. Como anécdota contaremos que Alfredo Sanz estuvo las tres últimas campañas trabajando en uno de esos lagares vadocondinos que todavía se usan regularmente, y de ahí nació la relación de este arquitecto con los responsables del Ayuntamiento de Vadocondes, hasta concretarse finalmente el acuerdo de elaborar el inventario formal de bodegas y lagares de esta localidad ribereña al que nos referimos.
Asimismo, en Vadocondes hay catalogadas 98 cerceras. Por cerceras se conoce a los remates superiores de piedra y argamasa de los respiraderos de las bodegas subterráneas. En Vadocondes, a estos montículos o chimeneas se les llama ‘zarceras’. Quizá sea más correcto del nombre de ‘cerceras’, en razón al origen etimológico de la palabra, que hace alusión a su exposición al viento del norte o cierzo. Se les llame como se les llame, -las cerceras o zarceras- sin duda forman un conjunto muy pintoresco y característico como reclamo visual sobre la ladera de la colina sobre la que se hallan diseminadas.
Quien quiera saber más sobre las antiguas bodegas subterráneas y los lagares en los que nuestros antepasados elaboraron los vinos que hicieron famosa a la Ribera, que acuda a Vadocondes esta tarde, escuche a Alfredo Sanz y que le pida después que le aclare las dudas. Al final habrá coloquio.
Recuerde, hoy jueves, a las ocho de la tarde en el salón de las antiguas escuelas. Para quien se anime a asistir a la charla, no se fíe mucho de su navegador y no conozca Vadocondes, le diremos que llegar al punto indicado es fácil. Fíjense en el depósito del agua; es inconfundible y muy fácil de identificar por su altura. Junto a dicho depósito está el bello edificio de las antiguas escuelas de Vadocondes; las escuelas ‘de los mayores’. Y para que aún les sea más fácil llegar allí, aquí les ofrecemos una imagen del edificio en cuestión.
Actualmente, además del salón de usos múltiples donde tendrá lugar la charla sobre bodegas y lagares, ese edificio también alberga el centro de la asociación local de la Tercera Edad, igualmente allí es donde está ubicada la farmacia, y asimismo se han habilitado en su interior una par de pisos turísticos. ¡Hay que ver para todo lo que han dado de sí unas antiguas escuelas!
Este articulo fue publicado el 17 Agosto 17Europe/Madrid 2017 a las 8:06 am y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
