Por Redacción | Octubre 7, 2019 - 12:04 pm - Publicado en Es Noticia

Señora temeraria que se aventura en la noche tras comprar en Alcampo

Señora temeraria que se aventura en la noche tras comprar en Alcampo

Antonio Bretón. Médicos, ecologistas, políticos y otras instancias, nos recomiendan abandonar el vehículo para recorrer los espacios urbanos a pie, caminando. “Nada es más grato que caminar”,  que decían los romanos pero… ¿se presta Aranda, nuestra ciudad a ello?. Creemos que no.

Entrada norte de Aranda. Prohibido tacones.

Entrada norte de Aranda. Prohibido tacones ó sillas de ruedas.

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Hace apenas unos días, comprobamos sorprendidos cómo una joven partía del “ínclito” edificio Tomás Pascual hacia la Avenida Castilla con una diminuta bicicleta rosa, por la carretera, en dirección contraria, con la luz del atardecer, sin casco ni elementos visuales que permitieran reconocerla en la calzada y con tal desparpajo que respondió a nuestros avisos invadiendo el paso de peatones y la correspondiente acera. Simplemente para decirnos “que no pasaba nada”.

…Aranda en vez de Ciudad del Vino, acabará consagrada como “Ciudad del Piño”.

Pero sí, efectivamente pasa, ya que a escasos metros de tan lamentable espectáculo (rotonda del helicóptero) una bici blanca atestigua que debemos tener cuidado: la Seguridad Vial no es una broma, pero tampoco la tan cacareada movilidad urbana.

Descerebrados surcando aceras.

Patinetes eléctricos, biciletas asistidas y no asistidas… en general los llamados VMP (ó Vehículos de Movilidad Personal) se han convertido en amos y señores de los espacios para peatones. Caminar por el centro de Aranda, la Plaza Mayor ó el concurrido camino hacia Sinovas (ruta dónde los arandinos bregamos masivamente contra el colesterol) se han convertido en una actividad de riesgo para los transeúntes ante la pasividad general de quienes deben vigilar tales aspectos. Pasividad… cuando no absoluto abandono.

Parece ser que al fornido marstuerzo de metro ochenta y pedalada torpe, le incomoda bregar entre coches… y prefiere ahorrarse el pánico, surcando transeúntes que - de lo malo malo - son más atropellables. En su día invertimos un pastizal en carriles bici… pero a éstos Madelmanes del pedal parece darles miedo (¡pánico!) hacer uso de ellos. A mí también, lo reconozco, pero por éso precisamente voy andando.

Esta acera es una Yincana.

¿Se acuerdan de aquel célebre programa “Humor Amarillo”, en el que unos desquiciados concursantes se jugaban el tipo y la ortodoncia esquivando obstáculos?; pues les recomiendo hacer memoria por que nuestras aceras, en plena Aranda, podrían haber servido perfectamente de plató para aquella tropelía televisiva.

Pero no sólo nuestras aceras (observen las fotos): también los concurridos accesos a Centros Comerciales, espacios urbanos y otros elementos que, deberían invitar al paseo, pero más bien, son la extendida antesala al traumatólogo.

Me preocupa todo ésto como Peatón, como Ciudadano y como Arandino, ya que - si no mejoramos éste y otros aspectos - Aranda en vez de Ciudad del Vino, acabará consagrada como “Ciudad del Piño“. Y ojito que estamos en plena candidatura.


Este articulo fue publicado el 7 Octubre 07Europe/Madrid 2019 a las 12:04 pm y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.

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