Asociación de Vecinos de Santa Catalina. El día 23 de octubre el señor alcalde de Aranda de Duero don Antonio Linaje Niño, recibió en audiencia en su despacho a los representantes de la Asociación de Vecinos de Santa Catalina, para tratar diversos problemas del barrio. Pero en vez de recibir alguna solución a las demandas planteadas, se encontraron con un problema inesperado.
Fotomontaje: Merche Abad
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Resulta que la pretensión de convertir el Centro Cívico Virgen de las Viñas en “campus universitario”, conlleva el traslado de los servicios sociales y culturales que allí se prestan, a distintos locales municipales y uno de los elegidos es la sede de la Asociación de vecinos, donde se quiere trasladar la ludoteca y reubicar al colectivo vecinal en otro lugar del barrio. O sea, que se pretende resolver un problema, creando uno nuevo; o lo que es lo mismo, desvestir un santo para vestir a otro.
Al señor alcalde se le dijo con el respeto y la consideración debida, que lo más apropiado es trasladar la ludoteca a un lugar que no esté ocupado, y se le sugirió el comedor o los salones del Centro de Mayores en la C/ Hernán Cortes que se hallan sin los servicios que se prestaban y sin intención de recuperarlos, o la Casa de la Juventud al inicio de la Avenida del Ferial que está desocupada, y con su reapertura se daba servicio a dos barrios con los mismos funcionarios. Sugiriéndole no tocar las cosas que funcionan, como es la Asociación de Vecinos y solventar con imaginación y sin prepotencia las que necesitan una solución, como es el traslado de la ludoteca.
Si queremos que las Asociaciones de Vecinos funcionen como órganos de representación y participación ciudadana, se les debe dotar de un local adecuado donde se pueda reunir un número importante de socios y vecinos (entre 20 y 60, para eventos mayores se buscarían otros salones) para reunirse y plantear quejas y sugerencias, o para programar actividades socio-culturales. Lo contario supone condenarlas al ostracismo o abocarlas al cierre o disolución.
Ya en el año 2016, nos dieron una florida estocada, cuando para evitar una supuesta competencia desleal a centros privados, se prohibió a las Asociaciones cobrar a los usuarios de nuestros servicios para pagar a los monitores; lo que supuso quedarnos sin monitores, sin muchas de las actividades que impartían y sin medios de captar nuevos socios, pues para participar en los curso y talleres había que asociarse primero. Si ahora nos trasladan a un local más pequeño y no podemos realizar el programa cultural y festivo, nos darán la puntilla definitiva, porque hoy se mueve la gente por el interés y muy pocas personas prestan servicios de forma altruista.
Recomendamos que se queden las cosas como están, porque el local no es ninguna ganga, ya que no está insonorizado, el servicio no está adaptado y de vez en cuando se inunda por atasco de las bajantes del edificio, y la mierda (con perdón) la recoge el presidente de la Asociación con algún vocal que se presta voluntario a castigar la pituitaria.
Este articulo fue publicado el 3 Noviembre 03Europe/Madrid 2023 a las 7:43 am y esta archivado en Es Noticia, Opinión. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
Esto me suena: “Todo para el Pueblo… pero sin el Pueblo”. Mal empezamos. Mal enfocamos.