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Pedro Félix García. El Congreso de los Diputados aprobó el pasado viernes, día 13 de mayo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, si bien aporta un marco regulatorio estable para la progresiva descarbonización, en cambio limita al campo de la electrificación el futuro de la movilidad ligera.
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La novedosa Ley de Cambio Climático y Transición Energética que fue aprobada el pasado viernes, día 13 de mayo, en el Congreso de los Diputados, fija el año 2050 para que España alcance la neutralidad climática, aunque limitando las opciones para llegar a alcanzar tal neutralidad, pues no contempla que el sector del refino pueda invertir en la descarbonización de procesos y productos, lo que viene a cerrar la puerta a las posibles oportunidades de futuro desarrollo industrial en España, que generarían las cuantiosísimas inversiones necesarias para la transformación del actual refino en una industria de emisiones cero a través de la producción de ‘ecocombustibles’.
A pesar de algunas mejoras introducidas en la redacción final de su artículo 13, que recoge la inclusión de todo tipo de ‘ecocombustibles’ -tanto los de origen sintético como los ‘bios’- en el transporte pesado, marítimo y aéreo, ocurre que el texto de su artículo 14 no ha modificado el anterior criterio de medición de las emisiones directas aplicables a la movilidad ligera y conserva para ésta la exigencia de cero emisiones para el año 2040, lo que, en la práctica, supone una apuesta única por la electrificación para dicha movilidad ligera a partir de ese año 2040.
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Ya desde que se conoció el borrador del anteproyecto de esta Ley, la Asociación española de Operadores Petrolíferos (AOP), vino defendiendo como la mejor vía para conseguir una reducción real de CO2, una concepción más amplia en la medición de las emisiones, que tuviera en cuenta la neutralidad tecnológica.
En este sentido, la alternativa del refino en España -recogida en la ‘Estrategia para la evolución hacia los ecocombustibles’-, planteaba la transformación de las refinerías en centros hipereficientes de economía circular, en los que producir combustibles líquidos neutros en carbono, bien sea mediante los biocombustibles o por la vía de los combustibles sintéticos no derivados del petróleo.
La necesidad de producir hidrógeno renovable durante estos procesos, abre posibilidades para que el refino sea vector energético esencial y más aun teniendo en cuenta que, a día de hoy, la industria del refino es la principal productora y consumidora de hidrógeno en España.
Sin embargo, las oportunidades de la industria del refino para descarbonizarse, han quedado muy limitadas por la Ley de Cambio Climático recientemente aprobada. Sin la alternativa señalada, no es posible asegurar la sostenibilidad de la industria española del refino, ni garantizar la continuidad de los 200.000 puestos de trabajo que genera en las nueve refinerías diseminadas por todo nuestro territorio, y de la amplia y bien desarrollada red de distribución y venta de combustibles.
Además, esta Ley ahora aprobada obstaculiza el desarrollo industrial y el crecimiento económico que se generaría con la producción de ‘biocombustibles’ sostenibles, que redundaría en la creación de oportunidades de supervivencia para la ‘España vaciada’. Asimismo, las limitaciones impuestas resultan nocivas para la economía circular (aprovechamiento de residuos como materia prima) y la economía del hidrógeno (producción de combustibles sintéticos).
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En palabras del presidente de la AOP, Juan Antonio Carrillo de Albornoz: “El refino es una industria referente de competitividad, que genera empleo estable y de calidad más allá de los picos que supone la construcción de nuevas plantas o la integración de las renovables en nuestros centros de producción. Con la nueva Ley, al limitar el mercado de nuestros productos aunque sean neutros en carbono, no se está favoreciendo que el sector invierta en su descarbonización, ni se está aportando claridad al futuro de los trabajadores del sector”.
A pesar de todo, la industria española del refino seguirá avanzando en el suministro de carburantes cada vez más bajos en carbono, para continuar surtiendo a todo nuestro parque de vehículos provisto de motores de combustión, con el objetivo de reducir las emisiones del transporte ligero y pesado mientras la regulación lo permita y la realidad de la movilidad española siga demandando estos combustibles.
En este sentido, la Asociación española de Operadores Petrolíferos pide al Gobierno que defienda en Bruselas la necesidad de una normativa inclusiva que reconozca el papel de los ‘ecocombustibles’ en el desarrollo de la descarbonización.
Este articulo fue publicado el 19 Mayo 19Europe/Madrid 2021 a las 7:51 am y esta archivado en Motor. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
