Redacción. En España, la incidencia de alergias está en aumento, con 14 millones de personas afectadas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Esta tendencia al alza se suma a la preocupación de que las alergias sean cada vez más severas y prolongadas en el tiempo, un fenómeno que se relaciona directamente con la crisis climática actual y sus repercusiones en la salud respiratoria y las alergias.
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Tradicionalmente, las alergias estaban vinculadas a ciertas estaciones del año, como la primavera u otoño, cuando los niveles de polen eran más altos. Sin embargo, con el aumento de las temperaturas y la variabilidad climática, las temporadas de polinización se están prolongando y hay una mayor presencia de alérgenos en el ambiente durante períodos inusuales. Este cambio se ve reflejado en la llegada adelantada de la primavera debido al calentamiento global, lo que resulta en la liberación temprana de polen por parte de los árboles. Además, fenómenos climáticos extremos como olas de calor repentinas seguidas de fríos inesperados también afectan la liberación de alérgenos. Esta combinación de factores ha creado un escenario en el que las personas pueden experimentar síntomas alérgicos durante todo el año, independientemente de la estación, lo que plantea desafíos adicionales para el manejo y tratamiento de estas condiciones de salud.
Las alergias no solo afectan la calidad de vida de quienes las padecen, sino que también repercuten en el rendimiento laboral y escolar. Además, tienen un componente genético y ambiental importante. La mayoría de las personas que sufren alergias son sensibles a varias sustancias, y para algunas de ellas los síntomas pueden aparecer únicamente cuando están expuestas a múltiples factores al mismo tiempo.
Las principales consecuencias que ya se están viviendo en la población española son:
Brotes más largos y severos: Debido a la prologación de las temporadas de polinización, las personas alérgicas están expuestas a alérgenos durante más tiempo y en mayores cantidades, lo que puede provocar brotes más prolongados y severos. Es crucial consultar con un profesional de la salud para obtener un tratamiento específico, que puede incluir medidas farmacológicas como antihistamínicos, descongestionantes y corticoides, o incluso la inmunoterapia.
Mayor prevalencia de alergias: El cambio climático está aumentando la concentración de alérgenos en el ambiente, lo que puede llevar a un aumento en la prevalencia de alergias en la población. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación favorecen la proliferación de plantas productoras de polen, hongos y mohos, desencadenantes comunes de alergias.
Menor rendimiento laboral y escolar: Los síntomas de la alergia pueden afectar el rendimiento laboral o escolar, especialmente si duran todo el año debido al cambio climático. La congestión nasal, los estornudos y la fatiga pueden dificultar la concentración y las tareas en el trabajo o la escuela.
Problemas de salud mental: Las alergias persistentes pueden tener un impacto significativo en la salud mental, contribuyendo al estrés, la ansiedad y la depresión. Además, el hecho de lidiar con síntomas persistentes durante todo el año puede afectar la calidad de vida y la capacidad para disfrutar de actividades al aire libre y sociales.
Es fundamental abordar estos problemas con medidas preventivas y tratamientos adecuados, así como proporcionar apoyo emocional y mental a quienes se ven afectados por ellos.
Este articulo fue publicado el 3 Abril 03Europe/Madrid 2024 a las 6:42 am y esta archivado en Salud. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
