
“De Cuba soy hijo y a ella me debo“. José Martí.
Dr.D.Ogsmande Lescayllers. En mi país hay un dicho popular que reza: “dime con quién andas y te diré quien eres”. Andar y ser, eso es lo que hemos visto en estos días con la llegada a Madrid de un grupo de llamados “disidentes” cubanos, que se consideran demócratas, defensores de los derechos humanos y de las libertades en la isla de Cuba.

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Desde luego, y con todo el respeto del mundo, sus andanzas, desde nuestro punto de vista, no están muy bien encaminadas que digamos; de quienes son, a la luz de los hechos, tampoco nos parece que sean trigo limpio: en tanto creerse y erigirse en héroes y salvadores de la patria que nos vio nacer.
Entendemos, y de esos nos hemos percatado de inmediato, que estos desafortunados tienen muy pocas luces, cuestión esta que los ha llevado a perder el sentido y la razón de lo que en realidad desea y aspira el pueblo cubano. La primer verdad es que, casi ninguno es ni era periodista y la segunda, y así lo constatan los hechos, es que, por unos pocas dólares, fueron meros sirvientes de la Oficina de Intereses del gobierno de los Estados Unidos en La Habana y que envalentonados por las voces de “Radio Martí” y “La Voz de las Américas“, se erigieron en voceros de los “enemigos”; enemigos no ya de la “revolución”, sino del pueblo cubano, porque, sabido es por todos, que esas cadenas radiales, no hacen más que difamar y atacar a Cuba en todos los aspectos.

Tan fuera de razón y de sentido está esta gente, estos demagogos, que no son capaces ni de agradecer las gestiones hechas por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su Ministro de Exteriores, D. Miguel Ángel Moratinos, por haberlos sacados de esas “infernales cárceles” en las que dicen se encontraban hacinados.
Resulta que ahora, con la misma irresponsabilidad, desfachatez y deshonestidad, que mercadeaban contra los verdaderos principios e ideales del pueblo cubano, se han ido a las filas del Partido Popular Español, a ver si estos, más “patriotas” y “demócratas” que nadie, les tiran algunas migajas para seguir viviendo del cuento.
Jorge Moragas, Teófilo de Luis, Guillermo Cortázar y otros “ilustres” peperos les han abierto las puertas de sus corazones y les han insuflado sus odios contra Cuba y su pueblo. Rajoy, como siempre, se ha mantenido al margen. Sabemos que ese personaje se moja poco cuando tiene que hacerlo y en las batallas de orden y principios, son sus acólitos los que dan la cara por él.
Este grupo de nadie, salidos de la nada, y traídos a España, gracias al honorable gesto del señor Ministro Miguel Ángel Moratinos, y eso no debieran olvidarlo nunca estos malagradecidos, para colmo y vergüenza de ellos, que dicen ser cubanos, fue verlos reunidos, aplaudiendo y aclamando estrepitosamente, nada más y nada menos, que al ex presidente español José María Aznar. Desde luego, todo payaso tiene su circo, todo lacayo sus bufones y todo amo sus perros falderos; de este modo son y andan estos ineptos, que ahora se ven y se sienten prodigados y protegidos por quien jamás hizo ni fue capaz, durante ocho años de mandatos, de hacer nada por el exilio ni por el pueblo cubano. Sí, ciertamente algo hizo, no legalizar a ningún inmigrante cubano indocumentado que entonces pululaban sin orden ni concierto por toda la Península. Decir permanentemente estupideces contra Cuba y animar y promover la Posición Común, un adefesio de ideas y posturas, asqueantes y lamentables, que sólo pueden salir de la mente perversa de un necio.
El político que no tenga claro y no sea consciente de que con medidas de presión, como el bloqueo, la Posición Común, la amenaza, el chantaje, la difamación, la extorsión y todo tipo de fórmulas como estas, ajenas a la justicia, la legalidad internacional y los derechos humanos, no sirven de nada para disuadir a un gobierno, si antes no se aplica el diálogo abierto, libre, constructivo y sin condiciones; el político que no lo entienda así, mejor es que deje el cargo y se una a los piratas somalíes, al extremismo religioso, o las fuerzas mercenarias organizadas por la OTAN y los Estados Unidos en Afganistán, Irak, u otros países del mundo donde las guerras son el pan nuestro de cada día. La torpeza tiene perdón, pero el cinismo no.
Sólo un tonto, puede pensar que la FAES es “la casa de la democracia y la libertad“. Sólo un inútil servil y despreciable carroñero, puede pensar que algo como la FAES puede ser útil a la causa y a los deseos del pueblo cubano, que teniendo en muy alta estima el sentido de la cultura, quiere vivir en paz, alejado del circo, donde los bufones, payasos y saltimbanquis, por muy poeta o ex presidente que sea o hayan sido, se vayan con su música a otra parte, porque de eso sabemos mucho los cubanos, y no necesitamos ni aceptamos que nadie nos estropeé los oídos con sus peroratas maniqueas.
Quien ame a Cuba, por más que discrepe, odie, o repudie a su gobierno, no puede estar jamás de acuerdo con el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero Norteamericano, ni con la Posición Común Europea. Quien ama a su pueblo lo cuida, lo protege y defiende de cualquier agente externo o interno que quiera hacerle daño.
Nos gustaría saber dónde está el patriotismo de esos llamados “disidentes”, que se unen a lo más retrogrado, infame y perverso de la derecha europea, o de los llamados Republicanos de los Estados Unidos y todas las bazofias que pululan en el mundo, que dicen ser patriotas, constitucionalistas, demócratas o personas civilizadas.
En honor a la verdad, y visto con quien andan y quienes son estos impostores desagradecidos, que se hacen pasar por disidentes, el Gobierno Español en un acto de cívico derecho y lógica dialéctica, debería embarcarlos a todos de nuevo en un vuelo Madrid-Habana y dejarlos allí, donde lo recogieron tan generosamente, purgando sus culpas, a ver si aprenden, y para que comprenden de una vez por todas, que los derechos se defienden desde la sensatez, la honradez, el decoro y los principios.
Quede bien claro a todos los contribuyentes y a Estado Español que estos personeros, ni son ni representan el sentimiento del pueblo cubano. Ni son héroes, ni patriotas. Lo que son realmente es una especie de marionetas, instruidas y dirigidas desde los círculos de poder de Miami y España, con el deseo expreso de entorpecer todo acto civilizado de encontrar un arreglo pacífico para la tierra que nos vio nacer, a la cual le debemos: amor, gratitud y respeto.
La Nación Cubana no quiere mártires, héroes ni patriotas, ya tenemos bastantes, y mucho menos títeres o payasos.
Por sus actos, sabemos quienes son y, además, sabiendo con quienes y en qué andan, no creo muy ortodoxo dejarlos sueltos, para que en nombre del sufrido pueblo de Cuba, sigan traficando, para lucro personal, con sus desmanes y miserias. Indudablemente, “Dios los cría y el diablo los junta”.
Este articulo fue publicado el 30 Julio 30Europe/Madrid 2010 a las 10:26 am y esta archivado en Opinión. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.
Lo que yo se como periodista que soy,ellos eran agitadores,no se quien les pagaba,desconfio pero no puedo decrlo. El Gobierno de Espana erro en darle exilio con los gastos pagos por los contribuyentes. Estes agitadores van dar dolor de cabeza al Gobierno